La salud de la población infantil española supera la media de los países europeos

La alta cobertura de las vacunas para menores de 2 años ha permitido prevenir y disminuir la incidencia de numerosas patologías

A menudo, los niños son considerados un grupo de población con escasos problemas de salud que precisa de poca atención y recursos. Nada más lejos de la realidad. Según la doctora Begoña Domínguez, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) "este hecho hace a este periodo casi invisible en la planificación de servicios, llegando a no tenerse en cuenta que se trata de una etapa de desarrollo muy vulnerable que responde positivamente a factores protectores". Por ello, este importante matiz hace preciso abordar la infancia como una etapa de la vida con necesidades y problemas de salud específicos.

Los pediatras de atención primaria (AP) son los responsables de la atención a la población de 0 a 14 años, que en el año 2009 era de 6.815.082 de personas. En este sentido y según explica la doctora Domínguez, "los 6.215 pediatras distribuidos en todo el territorio español realizaron en dicho año 34,7 millones de consultas y el 90 por ciento de de la población con tarjeta sanitaria acudió a las consultas de pediatría".

Según datos aportados por la presidenta de la AEPap, "España destina el 9,5% de su PIB al gasto sanitario (por debajo de la media europea) y muy lejos del 17,4% de Estados Unidos". Sin embargo, ocupa los primeros lugares en los resultados en salud debido a las mejoras presentadas  en la sanidad en las dos últimas décadas, "algo que nos permite estar entre los mejores países del entorno europeo".

Existe, además, otro dato positivo respecto a la mortalidad infantil (defunciones de menores de 1 año por 1.000 nacidos vivos), ya que en la última década se ha registrado un notable descenso de casos.  "En España se ha reducido esta tasa de 7,6  en el año 1990 a 3,5 en 2009", subraya la doctora Domínguez.  Estas cifras posicionan la tasa de mortalidad española de niños y adolescentes entre las más bajas de Europa.

De la misma manera, la alta cobertura de las vacunas para menores de 2 años (entre el 95 y el 98 por ciento) ha permitido prevenir y disminuir la incidencia de numerosas patologías en niños y adolescentes. En este sentido, las enfermedades que antes eran más comunes en la actualidad tienen menor incidencia. En el caso de la rubeola, el sarampión y la tos ferina las tasas registradas en 1991 eran considerablemente superiores a las que se registraron en 2008".

Propuestas de la AEPap

Durante los dos últimos años la sanidad ha sido uno de los ámbitos que más recortes ha sufrido, algunos de los cuales han afectado a la atención sanitaria de la población.  Para la presidenta de la AEPap "es  evidente que será preciso encontrar las fórmulas para conseguir la sostenibilidad del sistema pero no debería ser a expensas de  la pérdida de salud de  la población infantil".

La doctora Domínguez hace hincapié en la importancia de ajustar las necesidades sanitarias de los niños y considera que será preciso establecer un pacto entre el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas que, "teniendo como objetivo prioritario la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, garantice la equidad en la atención y establezca un calendario vacunal y una cartera de servicios únicos para todo el territorio español".