Tener una serie de pautas de higiene del sueño para conseguir un descanso adecuado es fundamental en el desarrollo de los niños y adolescentes. Las medidas de higiene del sueño suelen dividirse en cuatro grupos: ritmo circadiano, cambios fisiológicos con la edad, factores desencadenantes de alertas o despertares y consumo de sustancias.

Laura Gómez, coordinadora del servicio de neurorrehabilitación pediátrica del Hospital Vithas Virgen del Consuelo, indica una serie de recomendaciones para evitar trastornos del sueño en estas edades:

Bebés

• Es importante que el bebé coma despierto durante el día. 
• Hacer siempre lo mismo a la hora de dormir. Crear una rutina, por ejemplo: baño, cena, canción de cuna o cuento y a dormir.
• No despertar al bebé por la noche para darle de comer si tiene más de 3 meses.
• A partir de los 5 meses, si se despierta por la noche, calmarlo con caricias, pero no con comida.
• El ambiente para dormir debe ser oscuro y con una temperatura agradable.

Niños

• La hora de levantarse y acostarse debe ser siempre la misma.
• Evitar las bebidas excitantes y el chocolate antes de ir a la cama.
• No realizar una actividad física intensa antes de las dos horas del sueño. 
• Intentar que el niño no duerma siestas excesivamente largas.
• No relacionar la comida o el sueño con un castigo (“¡Muy mal, a dormir ahora mismo!”).
• Al igual que en el caso de los bebés, los niños también necesitan un ambiente oscuro y con una temperatura agradable para dormir.
• No acostarse con hambre y evitar la ingesta de demasiados líquidos.
• No perder la calma.

Adolescentes

• Evitar el uso de móviles y ordenadores antes de dormir.
• Dialogar con su hijo sobre la importancia del sueño en la salud.