Las personas con incontinencia urinaria tienden a no tomar suficiente agua por miedo a sus síntomas

El agua es esencial para el organismo porque posibilita el transporte de nutrientes a las células, contribuye a la regulación de la temperatura corporal, colabora en el proceso digestivo y es el medio de disolución de los líquidos corporales. El agua que una persona debe tomar cada día varía en función del metabolismo, las condiciones ambientales, y el grado de actividad física por lo que no existe un baremo estándar. Aun así, se considera que es necesario tomar un mililitro de agua por cada caloría consumida, cantidad que representa aproximadamente un litro y medio de agua.

Sin embargo, las personas que padecen incontinencia urinaria evitan beber líquidos porque consideran que así reducen los molestos síntomas de esta enfermedad. Contrariamente a lo que estos pacientes piensan, la reducción o supresión de ingesta de líquidos perjudica su salud en general porque se suma a la ya de por sí pérdida de líquidos del organismo a través de acciones como la sudoración, la respiración y la expulsión de orina. Incluso, las recomendaciones diarias de ingesta de agua establecen que se debe aumentar la toma de líquidos si se realizan acciones que exijan concentración mental o actividad física, ya sea por motivos laborales o de ocio.

Sin intención y de esta forma, los pacientes aumentan el riesgo de deshidratación. Entre los desórdenes que puede causar la deshidratación se encuentran dolor de cabeza, sensación de cansancio, falta de concentración y disminución del estado de alerta mental. Incluso, beber poca agua puede favorecer el desarrollo de infecciones urinarias.

Causas

Entre las razones que los pacientes argumentan para dejar de tomar líquidos se encuentra la creencia de que de esta forma se sienten más independientes y pueden mantener mejor su vida social: salir más tiempo de casa sin la preocupación de tener un baño cerca o viajar por un periodo de tiempo más prolongado.

En este sentido, el doctor Félix Lugo, coordinador de la Unidad de Uroginecología y disfunción del suelo pélvico de DIATROS Clínica de la mujer, explica que "la ingesta de líquidos por parte de pacientes que sufren estos trastornos debe estar pautada por el profesional sanitario para no incrementar los síntomas y garantizar, además, las necesidades de líquidos adecuadas para del organismo".

Personas mayores

Esta práctica es más preocupante en el caso de las personas mayores y durante el verano. Las personas mayores son, en general, más susceptibles de tener problemas de incontinencia. Los expertos señalan que en este segmento de población y durante la época estival se debe vigilar especialmente el consumo de líquidos puesto que las personas mayores tienen un menor contenido de agua, están más predispuestos a un desbalance del agua y sodio y pueden tomar medicamentos que favorezcan la pérdida de líquidos. En este último caso, se recomienda la revisión de la medicación.

Dejar de beber agua no debe ser una opción ante los síntomas de la incontinencia urinaria y, como recomiendan los expertos, ante estos síntomas se debe acudir a la consulta del especialista, quien recomendará la opción terapéutica más recomendable para cada paciente.

Prevención y tratamiento

A este respecto el doctor Lugo señala que "la prevención es la mejor opción para evitar los problemas de incontinencia urinaria y cada vez se avanza más en este sentido, sobre todo en educación durante el embarazo y el parto. Aun así, una vez que aparecen los primeros síntomas, aunque sean puntuales, se debe consultar con el médico ya que se puede tratar de un trastorno pasajero como una infección de orina o esconder una patología subyacente".

En la actualidad, el abordaje de los síntomas relacionados con la incontinencia urinaria y de patologías como el síndrome de vejiga hiperactiva cuenta con múltiples opciones terapéuticas tales como la reeducación vesical, la realización de ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico y opciones farmacológicas que en conjunto reducen en la mayoría de los casos los episodios de incontinencia urinaria. El doctor Lugo señala además 'los hábitos de vida como uno de los factores más importantes y fácilmente modificables relacionados con la incontinencia urinaria. Entre ellos los que más influyen pueden ser la toma de bebidas como café o té, el tabaquismo, la ingesta exagerada de agua, el sedentarismo y hábitos perjudiciales como pasar muchas horas sin ir al servicio".