Reclamar el derecho a la formación en diabetes de los pacientes y prevenir e informar a la sociedad. Estos son los principales objetivos de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) en el Día Mundial de la Diabetes (DMD), que este año se conmemora bajo el lema "Diabetes: protejamos nuestro futuro"; un lema que refleja la apuesta de la comunidad diabética por la educación como mejor arma para que las personas que padecen esta enfermedad puedan controlar su diabetes y, con ello, incrementar su calidad de vida y la adhesión al tratamiento, además de contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Para FEDE la educación terapéutica es sinónimo de calidad y cantidad de vida, puede evitar muchas complicaciones crónicas vinculadas a la diabetes y reducir el gasto sanitario. No en vano, si se apuesta por la formación el gasto medio al año por cada paciente diabético podría reducirse en un 20%, lo que al año se transformarían en más de 900 millones de euros.

La cuarta edición de 'Diabetes 2Day', organizado por Novartis, ha reunido a destacados profesionales sanitarios implicados en el manejo del paciente con diabetes tipo 2 que han destacado también la importancia de la educación diabetológica para implicar al paciente en el manejo de la enfermedad y ayudar a evitar posibles complicaciones. No en vano, tal y como relata el doctor Xavier Cos, vicepresidente de Primary Care Diabetes Europe (PCDE), a través de la educación diabetológica pueden promoverse cambios en el estilo de vida de los pacientes, principalmente en los hábitos alimenticios y en la actividad física.

La jornada ha contado con la intervención de Manny Hernández, fundador de la red social EsTuDiabetes y de la Diabetes Hands Foundation, quien ha remarcado la contribución de las nuevas tecnologías y las redes sociales en la formación y educación del paciente diabético para un mayor control de la enfermedad.

Diabetes e infancia

Por otro lado, la Federación de Diabéticos Españoles ha alertado de que, lejos de mejorar, la situación va a peor, ya que en los últimos años se ha registrado un aumento de casos de diabetes tipo 2, sobre todo en menores.

Los datos hablan por sí solos: si se trata de menores de 15 años, la sufren unos 30.000 niños, y cada año se producen cerca de 1.100 casos nuevos en nuestro país.

Esta diabetes, a diferencia de la tipo 1, sí se puede evitar y/o prevenir, porque tiene una relación directa con hábitos de vida poco saludables, tales como una mala alimentación o el sedentarismo.

Prevención

Los organizadores del 7º Congreso Mundial en la Prevención de la Diabetes y sus Complicaciones que hoy culmina han advertido que se avecina una pandemia de diabetes tipo 2 si no se toman medidas de prevención de manera inmediata.

En este sentido, la Federación Internacional de Diabetes (IDF) recuerda que aunque la diabetes tipo 1 no se puede prevenir, la diabetes tipo 2 puede evitarse en muchos casos con un peso saludable y una actividad física regular: al menos 30 minutos de ejercicio diario, como caminar a paso ligero, nadar, montar en bicicleta o bailar. De hecho, caminar con regularidad durante al menos 30 minutos por día, por ejemplo, ha demostrado que reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en un 35-40%.

Especialistas reunidos en este congreso han destacado además que la crisis amenaza la supervivencia de la dieta mediterránea; una dieta que, por si sola, reduce el riesgo de diabetes a la mitad. Por ello, es posible que en unos años seamos testigos del aumento de casos de diabetes tipo 2.

Una curiosidad: según las conclusiones de los estudios presentados en el 7º Congreso Mundial en la Prevención de la Diabetes y sus Complicaciones, tres o cuatro tazas de café al día ayudan a prevenir la diabetes tipo 2.

Riesgo de padecer la enfermedad

Por último, la IDF advierte de la necesidad de detectar las personas con alto riesgo de padecer diabetes a través de un sencillo cuestionario que permite evaluar los factores de riesgo: edad, circunferencia de cintura, antecedentes familiares, historial cardiovascular y peso al nacer, entre otros.

Una vez identificadas, estas personas deben mantener sus niveles de glucosa en sangre controlados por un profesional de la salud para detectar su índice en ayunas y la presencia o no de intolerancia a la glucosa.