La compra online es una buena opción salvo para refrigerados y congelados

La OCU ha realizado un estudio sobre los principales supermercados online de España en el que se analizaron 17 establecimientos en 8 ciudades (Barcelona, León, Lérida, Madrid, Málaga, Santander, Vigo y Zaragoza) para comprobar el funcionamiento de sus páginas web, su usabilidad y ver si los pedidos llegan a tiempo y en qué estado lo hacen.

Para la realización de este estudio, se escogieron productos con cierta fragilidad y dificultad para ser transportados e incluso alguno peligroso como la lejía. Se examinó minuciosamente todo el proceso, desde la operatividad de la página, la posibilidad de crear listas de la compra, la forma de pago, los gastos de envío, los horarios de entrega y el estado en el que llega el pedido.

Una vez analizados todos los puntos del proceso, la OCU otorga la máxima calificación a Lupa, seguida de Mercadona y Alcampo. Suspenden Alimerka, El Corte Inglés, Bon Área y Eroski. La última de la cola es la web de Froiz que consigue la peor calificación por un cúmulo de irregularidades.

A la vista de estos resultados, la OCU considera que la compra online tiene ciertas ventajas: se evitan desplazamientos, se realiza la compra a cualquier hora, no se carga peso y se evita caer en la tentación de adquirir cosas que no se necesitan.

Sin embargo, no hay que olvidar los inconvenientes: el precio de la compra se incrementa con los gastos de envío, no se pueden ver previamente los productos frescos y los refrigerados y congelados no siempre llegan en condiciones óptimas.

Precisamente es en las temperaturas donde se encontraron los principales problemas. En pocos casos llegaron los congelados a una temperatura que no rompía la cadena de frío. El otro gran problema es que muchos supermercados on-line no informan de la trazabilidad de la carne y del origen de los productos frescos que envían.

En resumen, los supermercados online se consideran una buena opción para productos envasados, de droguería e higiene, pero no tanto para la adquisición de artículos de alimentación frescos, refrigerados y congelados.