4 DE FEBRERO: DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER

La importancia del diagnóstico precoz

Carlos Rodríguez, oncólogo del Grupo Policlínica, insiste en que: “En un momento como este no hay que reducir el esfuerzo en diagnóstico precoz, implantación de estudios moleculares y de avances terapéuticos”.

Día Mundial Cáncer

Tras casi un año inmersos en una pandemia que ha provocado el retraso en diagnósticos y tratamientos de otras muchas enfermedades, desde el servicio de Oncología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario nos recuerdan que el cáncer es una enfermedad con alta impacto sanitario, social y emocional que no debe descuidarse.

El Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra hoy, trata de seguir haciendo visible esta enfermedad para que tomemos conciencia y evitemos aquellos factores de riesgo de cáncer que están en nuestra mano, como el tabaco o el alcohol, y tengamos presente la importancia de las pruebas diagnósticas y revisiones recomendadas por nuestro médico.

“Los avances en diagnóstico y en el tratamiento están mejorando los resultados, la supervivencia y la calidad de vida en muchos tipos de cáncer.  No debemos reducir el esfuerzo en diagnóstico precoz, implantación de estudios moleculares y de avances terapéuticos en un momento como este para poder seguir mejorando la vida de estos pacientes”, señala el doctor Carlos Rodríguez, oncólogo del Grupo Policlínica.

“En España, en el año 2019 hubo 277.000 casos nuevos de cáncer y más de 120.000 fallecimientos. Con lo cual, nos hacemos una idea de que esta enfermedad es de alta relevancia en cuanto a incidencia, mortalidad y morbilidad. Dentro de la situación actual de pandemia, no hay que disminuir el esfuerzo en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con cáncer”, insiste. 

Hay datos a nivel nacional que constatan que en 2020 se han producido demoras diagnósticas en muchos centros por el colapso del sistema sanitario y en ocasiones porque los propios pacientes que retrasan la solicitud de asistencia médica, en un contexto de miedo por la Pandemia covid-19. “Este retraso está suponiendo, en algunos casos, la detección de la enfermedad más avanzada, algo que puede condicionar peores resultados en cuanto a supervivencia y calidad de vida”, advierte Rodríguez.

Paciente oncológico y covid-19

 

El servicio de Oncología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario presenta cifras de actividad muy parecidas en 2020 y en 2019, se mantiene estable con una ligera tendencia al alza en cuanto a número de casos detectados; el tipo de cáncer se corresponde con las estadísticas a nivel nacional, es decir, los cánceres más prevalentes atendidos son: cáncer de pulmón, cáncer colorrectal, de mama y de próstata.

La actividad de consultas ha sido también muy similar a la del año 2019, con la diferencia de que en los primeros meses de la pandemia (marzo, abril y mayo) hubo un incremento de la actividad en consultas telefónicas (un 36% del total), una medida que implantó la Policlínica para minimizar riesgos para el paciente oncológico y que todavía sigue vigente. A partir de junio el número de vistas presenciales retomó la normalidad pero el pasado diciembre se volvió a registrar de nuevo un aumento de las consultas telefónicas (en torno al 20%) ante el empeoramiento de la evolución de la pandemia.

“Hemos tenido algunos pacientes oncológicos infectados de covid-19, la mayoría casos asintomáticos o con síntomas leves, en los que eventualmente ha habido que retrasar su tratamiento de forma temporal hasta que se la infección se ha resuelto.  Ha habido algún caso esporádico de pacientes con mayor gravedad que ha requerido ingreso, incluso en UCI, y también se ha tenido que lamentar algún fallecimiento”, explica el especialista.

Los pacientes con cáncer tienen mayor riesgo frente al covid-19, especialmente aquellos que están en tratamiento activo inmunosupresor (sobre todo la quimioterapia). Las recomendaciones de las sociedades científicas es que, ante el diagnóstico de covid-19 en pacientes en tratamiento activo por cáncer, es que, se retrasen temporalmente los tratamientos de cáncer para intentar facilitar una rápida recuperación y evitar un covid-19 más severo. No es tanto una interacción entre el covid-19 y los tratamientos, sino que lo que se pretende es facilitar que el paciente tenga una mejor condición inmunitaria para afrontar el covid-19.  

“No obstante”, destaca el doctor Rodríguez, “hay que tener en cuenta que los pacientes oncológicos no son todos iguales. Por una parte, estaría la situación de su patología oncológica, pero también hay que contar con otros factores como la edad, la presencia de otras enfermedades, etc…  Los pacientes que tienen más riesgo de tener un covid-19 más complicado serían los pacientes con enfermedad activa, tumor no intervenido o con enfermedad avanzada y que además están haciendo tratamiento inmunosupresor. Por ejemplo, un cáncer de pulmón avanzado en quimioterapia. Pacientes que han sido intervenidos y tratados de cáncer tienen menos riesgo, sobre todo si el tiempo desde la cirugía es largo (más de 1 año). Pero sí hay datos que dicen que haber sido diagnosticados de cáncer el último año puede suponer un incremento de riesgo sobre la población. Un paciente que ha tenido cáncer hace tiempo no es un paciente que tenga más riesgo de sufrir covid-19 grave”.

Priorizar la vacunación a pacientes en tratamiento activo

 

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) considera que las vacunas son seguras en la población general y que los pacientes oncológicos se podrán vacunar y se deberá priorizar sobre todo los pacientes que estén en tratamiento activo inmunosupresor o enfermedad avanzada.

El oncólogo del Grupo Policlínica insiste en que “aunque estamos en una situación muy compleja a nivel sanitario tenemos que pensar en nuestra salud de forma global: seguir todas las medidas de prevención del covid-19 y tener una actitud proactiva en cuanto a nuestra salud a otros niveles”.

Recomendaciones

 

Entre las recomendaciones que sí está en nuestra mano seguir para prevenir el cáncer señala los siguientes:

  • - Llevar hábitos de vida saludable, evitar tóxicos como el tabaco, al que se le atribuyen más de 30% de los casos de cáncer y más del 20% de las muertes. Fumar es una decisión individual y disminuyendo el hábito tabáquico podríamos estar evitando muchísimas muertes. El alcohol es otro habito tóxico al que a veces se le da menos importancia, pero es causante de más del 10% de los cánceres.
  • - La dieta es clave: una alimentación sana priorizando frutas, verduras, productos que nos da la naturaleza y evitar ultraprocesados.
  • - El sedentarismo no solo es un problema a nivel mundial y un factor de riesgo importante para el cáncer, también para la salud cardiovascular, otra gran causante de mortalidad en los países desarrollados. Si no podemos hacer el deporte habitual tenemos que buscar alternativas como el deporte individual en casa, hacer tablas de ejercicios, o como mínimo pasear a diario en la medida de lo posible.
  • - Evitar el exceso de radiación solar y usar siempre protección sobre todo en primavera y verano.
  • - Acudir a las revisiones recomendadas por el médico, participar en los programas de detección precoz siempre que cumplamos los criterios de edad de riesgo para detectar el cáncer en la fase más temprana posible.
  • - Cuando se detecten síntomas que persisten en el tiempo, empeoran progresivamente y que no se justifican por otras causas (por ejemplo, pérdida de peso, dolor persistente, sangrado injustificado, dificultad para respirar) se debe consultar con un médico sin demoras.