Uno de cada tres padres de jóvenes fumadores desconoce que su hijo consume tabaco

La gran mayoría (el 81%) de los jóvenes fumadores que ha intentado dejar el tabaco durante su último intento volvió a fumar antes de 3 meses

En la actualidad, los jóvenes españoles se inician en el consumo de tabaco a los 13,9 años de edad media mientras que los padres creen que el inicio es más tarde. La existencia de fumadores entre amigos y la necesidad de asegurarse la integración en el grupo son los principales motivos que llevan a los jóvenes a fumar, es más, ocho de cada diez jóvenes afirma que tener amigos fumadores es la principal razón para iniciarse.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio sociológico 'Juventud y Tabaquismo'', llevado a cabo por la Fundación Pfizer y que se puede descargar gratuitamente en la página web www.fundacionpfizer.org.

El tabaquismo es la principal causa de muerte prevenible en España. Asimismo, supone un enorme gasto para el sistema sanitario como consecuencia de los costes derivados de las enfermedades asociadas al mismo. Sólo en España los costes directos superan los 7.000 millones de euros y si se incluyen los costes indirectos superarían los 15.000 millones de euros.

Para comprobar hasta qué punto tienen conocimiento los padres de la conducta o creencias de sus hijos respecto al tabaco, si estos son conscientes de los efectos nocivos de fumar, o si tienen intención de abandonar su consumo, este estudio ha analizado los datos obtenidos en 1.600 entrevistas desde una doble perspectiva, la de los jóvenes españoles de 12 a 20 años y la de sus padres y madres.

Los principales resultados se han dado a conocer en el VIII Foro de Debate Social de la Fundación Pfizer, presidido por Elvira Sanz Urgoiti, presidenta de esta institución, acto en el que se han dado cita expertos y personalidades para abordar el tema 'Adolescencia, tabaco y sociedad: una cuestión de todos'.

La actual tasa de consumo de tabaco entre los españoles de 16 a 20 años alcanza el 27,5%, "lo que supone un porcentaje bastante elevado, más aun teniendo en cuenta que nueve de cada diez afirma estar suficientemente informado sobre los efectos y problemas asociados al consumo de tabaco", afirma Francisco J. García Pascual, director de la Fundación Pfizer. De este modo, la mayoría -según pone de manifiesto el estudio- afirma ser consciente de los efectos del tabaco en los dientes, el aliento, la práctica de actividad deportiva, la piel, el corazón, el pulmón, su relación con el cáncer, y sus consecuencias en la salud a largo plazo en general. Es más, el 90% considera al tabaco un problema de salud pública.

Valoración y efecto de la nueva Ley Antitabaco en los jóvenes

La gran mayoría de los jóvenes, incluidos los que fuman, valoran positivamente la nueva Ley Antitabaco, según se deduce del estudio. Asimismo, el 61% cree que ha conducido a que los fumadores en general consuman ahora menos tabaco y hasta un 30% considera que está sirviendo para reducir su consumo entre los jóvenes.

A la pregunta de si con la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco han cambiado de alguna forma sus hábitos a la hora de fumar, el 61,3% de los jóvenes contesta que si (el 28% afirma fumar menos por tener que salir a la calle, casi el 23% sale de los locales para fumar y, por ejemplo, el 4,6% declara prestar más atención para no molestar a los demás).

¿En qué medida quieren e intentan los jóvenes dejar de fumar?

Tener conocimiento sobre los efectos nocivos del tabaco sobre la salud es la clave para que los jóvenes no se inicien en su consumo.

Una vez que ya son fumadores, las razones principales para dejar de fumar son el precio del tabaco y las consecuencias para la salud.  En este sentido, la gran mayoría de los jóvenes que fuman desearían dejar el tabaco o, al menos, reducir su consumo. Tal es así que la mitad ha intentado dejar el tabaco en alguna ocasión. Sin embargo, durante el último intento, la gran mayoría (81%) volvió a fumar antes de 3 meses.

Al respecto, más del 20% de los jóvenes fumadores desearía tener algún tipo de ayuda para dejar o reducir el consumo de tabaco.

Precisamente, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS, artículo 14 del convenio marco sobre el control del tabaco), como las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes han reivindicado medidas asistenciales para reducir la prevalencia del tabaquismo, entre las que se encuentra facilitar y financiar medidas de apoyo para la cesación tabáquica.

Presencia de humos en el hogar

La mitad de los jóvenes convive en casa con algún fumador, fundamentalmente su padre o su madre. Y casi 3 de cada 10 se ven expuestos al humo de tabaco en el interior de la vivienda.

En este sentido, aunque la mayoría de los padres permite el consumo de tabaco a sus hijos, en muchos casos establecen la limitación de no fumar en casa.

Sin embargo, a pesar de esta restricción, hasta 6 de cada 10 jóvenes dicen no hablar nunca o casi nunca con sus padres sobre el tabaco y sus efectos.

Por último, todavía, a día de hoy, una significativa proporción de jóvenes sigue aceptando determinados mitos y argumentos sin base a favor del tabaco, por ejemplo, que "la mayoría de la gente fuma", que "fumar adelgaza" (un 25% así lo cree), o que "el tabaco sólo es malo si se consume durante muchos años seguidos" (según el 36%).