El autismo: una sentencia de por vida

En España hay unos 50.000 menores con autismo y muchos de ellos ven como las barreras sociales les impiden ejercer sus derechos como ciudadanos

El Espectro del Autismo es la discapacidad infantil de mayor prevalencia: 1 de cada 150 niños lo padecen, más que Síndrome de Down, cáncer infantil y diabetes juntos. Si tiene niños pequeños esté alerta: los primeros signos del autismo son visibles a partir de los 18 meses de edad.

En España hay alrededor de 50.000 menores con autismo y muchos de ellos ven como cada día las barreras sociales les impiden ejercer sus derechos como ciudadanos. No pueden acceder a planes de atención temprana, ya que la sanidad pública o no los contempla o apenas se materializan en unas pocas horas al mes, que son a todas luces insuficientes.

Tienen problemas a la hora de la escolarización. Y es que, hay tantos modelos de escolarización que acaban en muchas ocasiones incrustados en experimentos educativos de dudoso éxito.

Los más de 500.000 adultos con autismo apenas consiguen mantener un empleo, eso en el caso de que lo consigan. Las familias son sometidas a unos elevados niveles de estrés y ansiedad y la economía familiar se ve seriamente afectada.

Pero ¿qué es el autismo?

El autismo es un trastorno que afecta a la comunicación, la interacción social y que presenta patrones estereotipados y/o restrictivos de conducta. A día de hoy, no tiene cura y no se conoce con exactitud su origen pero muchos niños con autismo consiguen tener una vida feliz y normalizada con una intervención temprana y adecuada.

Bajo la palabra autismo se esconcen manifestaciones muy diversas, de ahí que 'técnicamente' se hable de Trastornos del Espectro del Autismo. Sea como sea, el impacto directo a todos los niveles es inmenso: emocionales, psicológicos,  económicos, sociales, laborales, sanitarios, etcétera y afecta directamente a la calidad de vida de la persona y su familia.

El autismo se convierte así en una sentencia de por vida, debido a su "invisibilidad", al desconocimiento y al estigma que estas personas y sus familias padecen.

Fuente texto y foto: Fundación Autismo Diario