Los antibióticos están perdiendo efectividad

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes

En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) españolas los médicos intensivistas llevan tiempo constatando una realidad incómoda: los antibióticos están perdiendo efectividad. Un asunto sobre el que conviene, sin llegar a infundir el pánico, encender las alarmas. Algunas bacterias están desarrollando mutaciones genéticas que las "inmunizan" en mayor o menor medida frente a los fármacos, lo que está complicando la curación de infecciones.

"Es un grave problema de salud a nivel mundial, explica la Dra. Mercedes Nieto, miembro de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), con consecuencias graves para nuestros pacientes, porque nos quedamos casi sin opciones de tratamiento o con la necesidad de utilizar varios antibióticos simultáneamente, con lo que el problema sigue aumentando".

El problema aumenta porque precisamente el uso excesivo de los antibióticos ha podido ser una de las causas principales de que las bacterias hayan desarrollado resistencias, "y es preocupante que además este incremento de resistencias no se acompañe del desarrollo de nuevos antibióticos para combatirlas", subraya Nieto, que además destaca que las dificultades para tratar las infecciones conllevan sobrecostes en los tratamientos por el mayor consumo de recursos para combatirlas.

La SEMICYUC no es la única que alerta de la perdida de efectividad de los antibióticos. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) advierte del riesgo de desarrollar bacterias resistentes por el uso incontrolado e indiscriminado de antibióticos, lo que conlleva una mayor probabilidad de desarrollar resistencias.

Labor de concienciación

Uno de los principales objetivos del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos es la concienciación de la población sobre los riesgos que conlleva un mal consumo de antibióticos. En palabras del doctor Jesús Oteo, experto de la SEIMC e investigador titular del Laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología, "el tratamiento con antibióticos inadecuados (antibióticos a los que la bacteria es resistente) y el retraso en el inicio del tratamiento antibiótico adecuado en pacientes con infecciones graves, está relacionado con una peor evolución clínica y, en ocasiones, con la muerte. Además, gran parte de las técnicas y procedimientos de la medicina actual (cirugía mayor, tratamientos contra el cáncer, trasplantes de órganos) no serían posible sin la cobertura de antibióticos eficaces".

Resistencias en España

Esta labor de concienciación sigue siendo necesaria a día de hoy. Según la red de vigilancia europea EARS-Net del ECDC, España es uno de los países europeos con mayores tasas de resistencia a las fluoroquinolonas en la Escherichia coli, bacteria que provoca con frecuencia infecciones urinarias, y que en 2012 superaba cifras del 35%.

También es importante resaltar que el número de infecciones producidas por bacterias como Klebsiella pneumoniae o Pseudomonas aeruginosa resistentes a la gran mayoría de los antibióticos disponibles ha aumentado en España y otros países europeos durante los últimos años.

Por otro lado, los gastos anuales por prolongación de la estancia hospitalaria y pérdidas de productividad por este motivo en Europa se estiman en unos  1500 millones de euros

Causas del consumo inadecuado de antibióticos

Entre las principales causas de un consumo inadecuado de antibióticos se encuentran su uso en infecciones respiratorias producidas por virus y su utilización en dosis y tiempos inapropiados.

Según el doctor Oteo, "el autoconsumo, principalmente el consumo sin receta médica y la utilización de antibióticos sobrantes de tratamientos previos, son causas importantes de la aparición de resistencias".

Posibles soluciones

Según recomendaciones de la UE y la OMS, la lucha contra la resistencia debe ser una prioridad nacional. Es necesaria la puesta en marcha de intervenciones multilaterales con implicación tanto de los profesionales sanitarios, de los pacientes y de la población general y de las autoridades. En este sentido la educación y la concienciación son elementos clave.

El uso prudente de los antibióticos, es decir tomar los antibióticos sólo cuando sean necesarios (para el tratamiento de infecciones bacterianas y no para infecciones producidas por virus), en su correcta dosis y duración, puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que los antibióticos sigan siendo eficaces en el futuro.

Opciones de tratamientos para bacterias multi-resistentes

En los últimos años se ha producido una importante reducción en la comercialización de nuevos antibióticos. El número de nuevos antibióticos en investigación es escaso debido, en gran parte, a su relativa baja rentabilidad en comparación a otros fármacos usados frente a patologías crónicas.

"La presencia de una bacteria multi-resistente disminuye las opciones terapéuticas y, por tanto, las posibilidades de elegir un tratamiento antibiótico correcto", explica el doctor Oteo. "Con frecuencia, las únicas alternativas terapéuticas disponibles son las combinaciones de varios antibióticos o la utilización de antibióticos antiguos, que se desarrollaron hace décadas, y cuyo uso se limitó debido a los efectos secundarios nocivos para la propia salud del paciente".