Los alérgicos al polen se enfrentan a una primavera de intensidad moderada

Las enfermedades alérgicas en España afectan a un 33% de la población, esto es, 16 millones de personas. Entre los alérgicos, aproximadamente la mitad, lo son a pólenes de plantas. "Este año los ocho millones de alérgicos al polen se enfrentan a una primavera de intensidad moderada, con una concentración por metro cúbico de aire de unos 5.300 granos", revela el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

"Todas las plantas se reproducen por pólenes, pero por su suerte no todos dan problemas alérgicos", comenta el especialista. "En nuestro país las especies que más síntomas producen en orden decreciente son: gramíneas, olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria", matiza.

"Hace décadas era una enfermedad poco frecuente. Ahora la alergia a pólenes puede afectar hasta al 40% de la población y curiosamente, pese a que hay más pólenes en el ámbito rural, los que se hacen alérgicos son los habitantes de las ciudades, donde se mezclan pólenes y contaminación", comenta la doctora Pilar Mur, jefa de Alergología del Hospital de Santa Bárbara de Puertollano.

En resumen: en las ciudades, a pesar de existir menos cantidad de pólenes que en las zonas rurales, las enfermedades alérgicas son cada vez más frecuentes. La contaminación y la plantación de especies muy alergénicas, como el plátano de sombra, parecen explicar esta situación.

Contaminación y alergia

La contaminación no solo afecta a los humanos. "Las plantas están sufriendo sus efectos y están reaccionando de manera defensiva fabricando nuevas proteínas, denominadas proteínas de estrés, que tienen un efecto directo sobre la alergenicidad de los granos de polen", añade la experta. En concreto, las partículas de emisión diesel producidas por vehículos y calefacciones crean un ambiente hostil y las plantas generan polen con estas nuevas proteínas, diferentes a los pólenes de zonas no contaminadas, más agresivas.

La doctora Mur indica además que la combustión incompleta del diesel y del aceite para motores produce numerosas sustancias nocivas. Las partículas diesel están constituidas en un 80% por partículas de tamaño ultrafino que pueden atravesar alveolos y capilares sanguíneos aumentando la sensibilización frente a un alérgeno.

Por otro lado, la contaminación puede descompensar a pacientes con asma de intensidad leve o moderada, alérgicos a pólenes.