El ‘abc’ de los repelentes de insectos

Los repelentes son sustancias que protegen de las picaduras de insectos. Se aplican sobre la piel no cubierta y los ahuyentan sin matarlos. Así se evitan picaduras, sus molestias y las posibles enfermedades que los insectos transmiten. Además, algunos repelentes se pueden aplicar sobre la ropa, mosquiteras, etc.

Las primeras investigaciones que se hicieron sobre los repelentes de insectos fueron durante la guerra de Vietnam, pues alrededor del 70% de los ingresos hospitalarios de los soldados americanos se debían a enfermedades como la malaria, transmitida por la picadura de un mosquito.

El mosquito común es el que más picaduras produce en nuestro entorno, aunque la llegada del mosquito tigre con sus molestas picaduras ha aumentado la necesidad del uso de repelentes.

Es muy importante conocer frente a qué género de mosquitos es eficaz un repelente y a qué concentración y durante cuánto tiempo protege después de aplicar.

Características de un repelente ideal

Son compuestos químicos naturales o sintéticos. Ninguno engloba todas las propiedades pero sí las más importantes:

  • Tener una acción rápida y que su eficacia se mantenga varias horas sin repetir la aplicación.
  • Que sea efectivo frente a distintos tipos de mosquito.
  • Que no sea tóxico ni irritante.
  • Resistente al agua y al sudor, sin que sea demasiado graso.
  • Tener un olor discreto y agradable.

Tipos de activos repelentes

Normalmente los preparados comerciales llevan un solo activo, aunque algunos combinan varios. Los activos más usados son:

  • DEET: en distintas concentraciones, es de los más usados. Concentraciones por encima del 50% no mejoran la protección. No debe usarse en menores de dos años ni aplicar en la ropa u otros materiales porque disuelve plásticos, pinturas, barnices, etc. Es eficaz frente al mosquito tigre.
  • IR 3535: es activo frente a mosquitos, mosquito tigre, garrapatas y las moscas que pican. Su toxicidad es muy baja y su eficacia alta.
  • ICARIDIN: derivado de la pimienta, tiene una toxicidad muy baja y no daña plásticos ni tejidos.
  • CITRONELA: es un aceite esencial que huele a limón. Se desconoce el mecanismo por el que ahuyenta los mosquitos y el tiempo de protección es menor al de los anteriores, lo que obliga a repetir aplicaciones. Es muy poco tóxico pero no es eficaz frente a garrapatas.
  • CITRIODIOL: destilado del eucalipto, es un buen repelente: eficaz, con olor agradable y sin efectos adversos importantes. A altas concentraciones, es eficaz frente al mosquito tigre.

Medidas de precaución al usar un repelente

1. Mantener el producto alejado de los niños, alimentos y bebidas.

2. No usar en menores de dos años, salvo formulaciones específicas que lo permitan, y nunca en las manos: los repelentes son productos irritantes y los niños se llevan las manos a la boca, se frotan los ojos, etc.

3. No aplicar sobre piel irritada, lesionada o en zonas sensibles, como alrededor de los ojos, mucosas, etc. Si no es imprescindible, no echar en la ropa.

4. No usar en grandes cantidades ni renovar en exceso.

5. Aplicarlo en espacios abiertos y seguir estrictamente las instrucciones del envase.

6. Lavarse las manos después de aplicar.

7. Si se usa con un protector solar, primero se aplica el fotoprotector y pasados unos minutos se pone el repelente. Los repelentes disminuyen entre un 20% y un 30% la eficacia protectora frente al sol.