Psicópatas: ¿malas personas o enfermos psiquiátricos?

Un 15% de los delincuentes juveniles son psicópatas

La psicopatía es un trastorno antisocial de la personalidad que provoca en el individuo una falta de razonamiento lógico y ético. Tal y como explica el experto Enrique Echeburúa, catedrático en Psicología Clínica de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU, los psicópatas sufren un fallo en la integración del mundo emocional con el razonamiento y la conducta. Las emociones para ellos son como un segundo idioma y el riesgo, una auténtica droga emocional para muchos.

En concreto, el experto ha subrayado que las personas que padecen psicopatía pueden "carecer de emociones normales, como el miedo, ante estímulos amenazadores" y son individuos que "no ven a sus víctimas como personas, sino como objetos que les proporcionan el placer desviado que ellos anhelan".

Perfil del psicópata

El catedrático en Psicología de la UPV/EHU ha afirmado que los psicópatas son, en el plano interpersonal, "presuntuosos, arrogantes, insensibles, dominantes, superficiales, manipuladores y crueles".

En el plano de los afectos, "irritables, incapaces de establecer vínculos emocionales con los demás y carentes de empatía, sentido de culpa y remordimientos y sin miedo al castigo".

En la conducta social, "desviados en el estilo de vida, irresponsables e impulsivos y con una tendencia a implicarse en conductas de riesgo y a violar las convenciones y normas sociales, manteniendo relaciones parasitarias con los demás".

La psicopatía es relativamente frecuente y mayoritaria en hombres. Según datos aportados por Echeburúa, puede afectar a un 1% de la población juvenil y está presente, al menos, en un 15% de la población reclusa y en un 15% de la población delincuente juvenil.

Conductas no violentas

Pese al estigma que tiene esta enfermedad psiquiátrica, las conductas violentas no son siempre atribuibles a personalidades psicopáticas. La violencia psicopática se caracteriza por la frialdad y sangre fría, así como por una crueldad extrema gratuita, premeditada y en ocasiones facilitada por el consumo abusivo de alcohol.

Pero, los psicópatas no son necesariamente delincuentes. "Hay psicópatas integrados socialmente, que en teoría son gente normal, pero que en la práctica son bombas de relojería: educados e inteligentes, sin cometer delitos, pero con conductas amorales y antisociales; incapaces de comprometerse emocionalmente con nadie; impulsivos y sin capacidad de arrepentimiento", explica Echeburúa.

Causas y tratamiento

Las causas de la psicopatía no son bien conocidas. A veces, responde a factores biológicos (lesión prefrontal, desconexión entre la corteza prefrontal y la amígdala, etc.); en otras, a unas pautas de crianza inadecuadas, a un abuso físico y sexual o una socialización inapropiada.

Si bien la psicopatía tiene mal tratamiento, los programas intensivos con psicópatas jóvenes ofrecen actualmente resultados esperanzadores.

La psicopatía da la cara en la vida adulta, a partir de la adolescencia, pero en la infancia hay algunas señales que la delatan: egocentrismo persistente e inflexible, carácter colérico y agresivo, falta de empatía, crueldad y frialdad afectiva (por ejemplo, para mentir), mentiras, falta de culpabilidad e irresponsabilidad permanente. Es más, incluso en la infancia son más impulsivos y agresivos que el resto de los niños.

En resumen, "las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de la vida, se desarrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frutos perversos en la adolescencia", concluye este experto.

Fuente: Conferencia inaugural del XXII Curso de Actualización en Psiquiatría de Vitoria titulada Psicópatas: ¿Malas personas o  enfermos psiquiátricos?