Plantar cara a la violencia de género

Las mujeres que sufren violencia de género pierden la autoestima, la iniciativa y su capacidad de reflexión en lo que les está sucediendo.

Muchas se sienten culpables, desconfían de sí mismas y de los demás y sienten mucho miedo, impotencia y vergüenza, sentimientos que les hace ocultar al resto de personas lo que están padeciendo. Además, se aíslan de la familia y de la sociedad, poniéndose trabas a sí mismas para acceder a los apoyos que precisan.

Depresión, ansiedad, trastornos del sueño, de la alimentación, de la conducta y estrés postraumático se encuentran entre los principales trastornos que minan la salud psíquica de las mujeres que sufren violencia de género. Además, protagonizan intentos de suicidio, autolesiones, abuso de alcohol, drogas y psicofármacos y dependencia psicológica del agresor, lo que se conoce como Síndrome de Estocolmo.

Ante estas situaciones, Verónica Rodríguez Negro, experta en intervención en violencia de género del Colegio de Psicología de Bizkaia, lanza una serie de consejos útiles para ayudar a quienes sufren o han sufrido esta lacra.

Consejos para quienes sufren la violencia

1.- No corra riesgos: la primera norma a seguir es proteger su propia vida, integridad física y seguridad y la del resto de miembros de la familia. Tenga siempre preparadas sus cosas para una huida rápida (documentación personal, libro de familia, ropa, cartilla  bancaria y teléfono móvil cargado) y vaya preparando su salida del domicilio.

2.- Protéjase: tenga previsto un espacio seguro dentro de su propia vivienda, próximo a un teléfono desde el cual avisar al 016 en caso de urgencia (llamada que no deja rastro en el recibo telefónico).

3.- No se sienta culpable: tenga muy presente que usted no es la culpable de estar sufriendo violencia; el responsable es quien la ejerce.

4.- No deje pasar el tiempo: actúe, el tiempo no resolverá nada; de hecho, juega en su contra y con él la violencia crecerá cada día.

5.- Pida ayuda profesional: existen recursos para ayudarle a salir del túnel. Los profesionales le acompañarán en todo el proceso de salida de la violencia. Acuda a ellas, otras ya lo han hecho. Tenga presente que puede solicitar un servicio jurídico gratuito y recibir atención psicosocial desde el momento en que sea atendida en comisaría.

6.- Proteja a los tuyos: la vivencia diaria de la violencia se instala en el psiquismo de los menores y jóvenes y les provoca un sufrimiento que afecta de forma negativa a su desarrollo evolutivo y que puede traer consigo problemas de conducta y malestar en el futuro.

Consejos para quienes dejan atrás la violencia

  • Recuerde siempre: no está sola. Acuda en búsqueda de ayuda siempre que la necesite, tanto de personas de tu entorno como de profesionales (trabajadora social del ayuntamiento, médico, policía municipal, etc.)
  • No tenga miedo y no se aísle: el aislamiento únicamente conduce a ahondar el problema y demorar la salida. Por su parte, el miedo y la hipervigilancia han sido compañeros diarios en su vida y tardarán en desinstalarse. Intente recuperar sus relaciones sociales, laborales, personales y familiares y recuerde que de la violencia hay salida.
  • Ayude a quienes lo necesiten: si conoce a alguien que esté sufriendo violencia, no la deje sola. Escúchela y hazla saber que está junto a ella. Mirar para otro lado solo contribuye a empeorar las cosas.
  • Los profesionales le ayudarán a salir a usted y a los tuyos: durante el ciclo de la violencia, sus fortalezas se han ido debilitando y sus recursos personales, disminuyendo. Por ello, desde la Psicología es necesario aplicar en los casos de violencia de género el concepto de resiliencia, un nuevo punto de vista en la atención a las mujeres, niños y niñas que sufren violencia de género que trata de destacar y potenciar sus propias capacidades para afrontarlo.