Nuestras propias brechas emocionales imposibilitan las relaciones estables

Ser honesto con nosotros mismos y por extensión con la pareja es un hecho imprescindible a la hora de establecer una relación sana y duradera

¿Por qué no deja de aumentar el número de divorcios? "Nos están haciendo creer que la crisis económica es la responsable de este incremento en las separaciones. Nos dicen que la falta de empleo, la precariedad laboral y otras muchas circunstancias que hacen difícil nuestro día a día también dejan huella en la convivencia en las parejas hasta el punto de llegar a la ruptura, pero las crisis económicas no tendrían que suponer una ruptura definitiva ni temporal y nos encanta buscar culpables fuera de nosotros mismos", explica Amaya Terrón, psicóloga y fundadora de Psicología Amaya Terrón.

"Es cierto que los apuros económicos dentro de la pareja son un factor estresante y desencadenante de discusiones que ponen en juego la resistencia de ésta, pero en ningún momento deben suponer una ruptura definitiva ni temporal. En parejas con una base sólida y con lazos afectivos fuertes, incluso podrían suponer una oportunidad que puede llegar a cohesionar y a reforzar a la pareja. Las crisis económicas en las parejas son una prueba de superación y sirven para tener un objetivo más en común, por lo que lo que, en apariencia algo negativo, bien gestionado puede suponer una lanzadera hacia una mayor unión en la pareja", añade.

No obstante, en parejas que basan su relación en factores como, por ejemplo, el mantenimiento de un estatus socioeconómico, el mantenimiento de la familia desde el punto de vista económico, o similar, es normal que si estos factores se ven en entredicho las crisis económicas supongan un factor desencadenante de una ruptura definitiva o temporal, ya que la base de la relación es puramente económica y, tambaleándose la base, se tambalea el edificio.

La respuesta

Entonces, ¿dónde está el problema del incremento anual de las rupturas de parejas? Para Amaya Terrón la respuesta está en nosotros mismos. "El amor es un sentimiento demasiado grande para que atienda a reglas o claves infalibles, pero cuando nos amamos y nos respetamos a nosotros mismos, cuando nos conocemos y sabemos lo que queremos y nuestra relación con nuestra propia persona es sana sin autosabotajes, autoimpedimentos o autocríticas, estamos más receptivos al amor y más preparados, por lo que tendremos más posibilidades de amar y que nos amen".

"Uno no puede dar amor si no lo siente antes, no puede respetar a los demás si no se respeta a sí mismo, y así con los demás afectos. Un claro reflejo de cómo nos tratamos a nosotros mismos es cómo tratamos a los demás, por lo que más que preocuparnos de cómo nos tratan deberíamos preocuparnos de cómo tratamos nosotros a los demás; esta es la base de todo cambio. Mientras tanto pagaremos con la pareja nuestras propias brechas emocionales, haciendo imposible el amor y las relaciones estables, por mucho que queramos o creamos que merecemos", afirma, rotunda, esta especialista.

"Estamos inmersos en una sociedad donde se valora la independencia y el poder por encima de cualquier otra motivación afiliativa, incluyendo el valor ético o moral. Cada día nos damos cuenta que el poder, la falta de empatía y los valores humanos hacen de las personas seres poderosos que merecen la pena ser imitados. Lo queremos todo fácil, bonito y rápido, no estamos preparados para luchar por algo que no nos reporta satisfacción inmediata, no tenemos las miras puestas en el largo plazo porque no aceptamos ni la dependencia en ninguna de sus formas ni el envejecimiento tan siquiera como opción; cada vez somos más individualistas en ese sentido".

"Ser independiente estaría fenomenal si serlo fuera posible, pero no lo somos ni podremos serlo, somos seres humanos que necesitamos el afecto de los demás. Estamos intentando luchar contra nuestra naturaleza cuando nos intentamos convencer de la idea tan bien vendida de independencia, que no es más que comodidad cara. Tenemos cada vez más herramientas a nuestro alrededor para comunicarnos, sin embargo cada vez la comunicación es menos eficaz y nos justificamos en "no teníamos nada que ver el uno con el otro" y pasamos al "siguiente", como si las emociones nos siguieran tan rápido. Intentamos bloquear lo que no nos gusta sentir, cuando a veces la respuesta está en esas emociones de las que huimos".

"Por un lado, compramos la idea de que la situación emocional mejor es la estabilidad de la pareja, pero, por otro, no queremos pagar el precio que implica el cuidado, el compromiso y la dedicación de ésta; por eso estamos en continua búsqueda y en continua insatisfacción", explica la psicóloga.

Otro de los grandes problemas y causa de las rupturas en las parejas es que "nos autogestionamos para no tener que negociar, es más fácil empezar de cero que arreglar lo que se estropeó".

Todo empieza por uno mismo

Ser honesto con nosotros mismos y por extensión con la pareja es un hecho imprescindible a la hora de establecer una relación sana y duradera. Para Terrón, "podemos engañar o engañarnos, pero no estaremos más que postergando y alargando un estado que tarde o temprano dará la cara. Nos quedaremos atascados buscando respuestas a las preguntas equivocadas mientras nos agobia el paso del tiempo, saboteándonos sin saber, provocándonos angustia sin ser conscientes".

"Es por esto que la honestidad y la aceptación de nosotros mismos con nuestros deseos y necesidades es una clave imprescindible. Ser coherentes con estos deseos y necesidades sería el siguiente paso. Al ser consistentes y fieles a nosotros mismos evitaremos tomar decisiones equivocadas en el amor y rendirnos a lo práctico y cómodo e ir a por el verdadero amor sin conformarnos con sucedáneos poco convenientes, aunque fáciles. El amor no es fácil, ni cómodo, ni a veces práctico, pero siempre supone un crecimiento personal y siempre merece la pena", explica.

"Estamos acostumbrados a buscar la felicidad fuera, y sin embargo todo empieza en nosotros y se extiende a los demás. Si empezamos a respetar nuestros sentimientos y ser coherentes con ellos estamos abriendo la puerta a la experiencia que puede cambiar nuestra vida".