Esta Navidad, márquese expectativas realistas, su salud mental se lo agradecerá

Es importante trazar o definir objetivos o expectativas difíciles para motivar, pero alcanzables para que no nos frustren

Llegan las fechas navideñas y con ellas diferentes problemas y malestares psicológicos que pueden hacer mella en la salud mental. Soledad, estrés, ansiedad, depresión o melancolía son sentimientos comunes en esta época del año, tanto que  según Amaya Terrón, se calcula que cerca de un 80 por ciento de la población sufre cada año, en mayor o menor medida, alguno de estos malestares durante las fiestas de Navidad.

El principal culpable de la aparición de estos males son las expectativas que tenemos depositadas sobre estas fiestas. Y es que, cuando las expectativas sobrepasan ciertos límites inalcanzables producen frustración y esto es lo que provoca que algunas personas no quieran ni ver acercarse esta e?poca en el calendario.

Para evitar estos malestares psicolo?gicos, Amaya Terrón recomienda no dejarnos llevar por ideas preconcebidas de lo que debe o no debe ser nuestra Navidad y adecuar nuestras expectativas a las condiciones y recursos que tengamos en este momento. De este modo, nuestras expectativas estarán más cerca de la realidad y evitaremos así la terrible frustración que puede ocasionarnos estas fechas.

Recuerde:

  • Cuanto más realistas seamos con las expectativas más capacidad de disfrute tendremos.
  • Es importante trazar o definir objetivos o expectativas difíciles para motivar, pero alcanzables para que no nos frustren.

No basar la Navidad en el dinero

Desgraciadamente, recuerda la psicóloga Amaya Terrón, aún hay mucha gente que basa su felicidad en la parte económica y en los recursos que de esta parte se deriva.

Uno de los baremos con los que a veces se valora la Navidad es la cantidad de recursos económicos con los que contamos y podemos invertir en esta e?poca. "A más podamos invertir económicamente en la Navidad, más bonita y memorable será; esa una de esas ideas inconscientes que hacen eco en nuestra conducta consumista en estas fechas y que tanto mal nos hacen".

Por otro lado, en navidades también aumentan las consultas al psicólogo por conflictos familiares enquistados que hacen que salgan rencillas no resueltas.