La integración de personas con esquizofrenia es posible

En España se estima que un millón de personas tienen problemas de salud mental grave. De ellas, 400.000 están diagnosticadas de esquizofrenia y el 80% se encuentra en situación de desempleo por el estigma social que provoca la enfermedad.

El desconocimiento de sus capacidades y de los apoyos que precisan provoca que, muchas veces, no lleguen a tener la oportunidad de demostrar su valía en el trabajo.

Aunque la esquizofrenia es una enfermedad estigmatizante y la falta de conciencia de enfermedad es una de las principales causas de abandono del tratamiento, los pacientes que siguen un tratamiento adecuado y mantienen hábitos de vida saludables pueden llevar una vida normalizada, "especialmente si este seguimiento se realiza desde las fases iniciales de la enfermedad", apunta el Dr. Jerónimo Saiz, presidente de FEPSM (Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental).

"Sólo el 14% de los pacientes con esquizofrenia consigue integrarse en el mundo laboral", explica Maribel Rodríguez, presidenta de Feafes Empleo. Conseguir su integración social y laboral es uno de los principales retos de profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes, pero gracias a la ayuda profesional y de las asociaciones de pacientes y cuidadores, al acceso al tratamiento adecuado y la integración y aceptación social, las personas con enfermedad mental pueden tener, hoy en día, una vida normal.

Desde Amafe (Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Enfermos Con Esquizofrenia), Ana Cabrera, psicóloga y gerente de esta asociación, apoya este mensaje e incide en que "es inaceptable que las personas con esquizofrenia tengan entre seis y siete veces más posibilidades de estar desempleadas que la población general y que sólo entre el 10 y el 20% consigan trabajo competitivo".

¿Qué es #di_capacitados?

Conscientes de las dificultades a las que se enfrentan las personas con esquizofrenia y con el objetivo de favorecer su integración, Janssen, en colaboración con asociaciones de pacientes y sociedades de profesionales médicos han desarrollado el proyecto #di_capacitados, que recoge el testimonio de personas con esquizofrenia que han recuperado su vida normal, y conviven con la patología como con cualquier otra enfermedad crónica.

"Este proyecto ha nacido con el fin de demostrar que los pacientes con esquizofrenia pueden mantener una buena calidad de vida y que sus posibilidades sociales y laborales son compatibles con las que pueda realizar cualquier paciente con una enfermedad crónica", explica Ramón Frexes, director de Relaciones Institucionales de Janssen.

"Detrás de la esquizofrenia, no hay una enfermedad, sino una persona capaz de integrarse y de prestar un servicio a la sociedad y comunidad en la que vive", apunta Frexes. Este vídeo aporta un enfoque diferente de la esquizofrenia, "una visión optimista, que pone de manifiesto que la recuperación es más que posible", matiza.

El Dr. Jerónimo Saiz, apoya la promoción de este tipo de iniciativas y explica que #di_capacitados "es un proyecto necesario para contrarrestar las imágenes distorsionadas y prejuicios que la sociedad puede tener sobre la  esquizofrenia".

A través de  video-documentales, disponibles en www.dicapacitadosesquizofrenia.com, pacientes de diferente edad y entorno social narran su historia personal: el momento de su diagnóstico, cómo la esquizofrenia limitó su vida, qué ha hecho posible su mejoría y, sobre todo, cómo han recuperado su vida, sus ilusiones, proyectos y futuro, viviendo la esquizofrenia sin prejuicios.

La enfermedad no les define

La Dra. Marina Díaz Marsá, psiquiatra del Hospital San Carlos de Madrid, asegura que se podría acabar con la actitud estigmatizante hacia esta enfermedad "consiguiendo que la imagen que proyecta di_capacitados sea más habitual en los medios de comunicación y haciendo ver que la enfermedad no les define sino que les acompaña a lo largo de su vida".

Además, con un tratamiento adecuado los pacientes pueden compatibilizar su enfermedad llevando una vida lo más normal posible. En este sentido, el Dr. Saiz afirma con rotundidad que "no son esquizofrénicos, sino personas con un problema que, en este caso, se llama esquizofrenia y en otros casos se puede llamar diabetes o artrosis".

La recuperación es posible

El diagnóstico de la enfermedad, que suele coincidir con la edad adolescente o con las primeras experiencias laborales, provoca que los pacientes accedan o mantengan puestos de baja cualificación. No obstante, iniciar pronto el tratamiento está permitiendo que esta situación cambie y que los pacientes puedan optar a más oportunidades de empleo.

Para muchas personas diagnosticadas, sus familias, su entorno e incluso para muchos profesionales de la Salud Mental, resulta un desafío entender la enfermedad mental crónica desde la recuperación, por no hablar de la sociedad en general. Sin embargo, Ana Cabrera, apunta que "sí es posible, si entendemos que la recuperación es algo que va más allá de la cura, y que implica un  crecimiento personal y una manera de vivir una vida satisfactoria, con esperanza y aportaciones, incluso con las limitaciones causadas por la enfermedad mental".

Las personas con esquizofrenia pueden trabajar, estudiar, tener pareja y familia, conducir o vivir de forma independiente. Porque al igual que ocurre con otras enfermedades crónicas, una persona con esquizofrenia con un adecuado seguimiento y el apoyo de todos, asociaciones de pacientes, familiares y profesionales sanitarios puede llevar una vida normalizada e integrada en la sociedad.

Para Feafes Empleo, es importante que las empresas ofrezcan una oportunidad a las personas con trastorno mental para que puedan demostrar sus capacidades. "Si la compañía tiene claras las competencias que precisa para un puesto, podrá encontrar al trabajador más apto y eso debería ser lo que prime más", sostiene Maribel Rodríguez.

Desde esta asociación inciden en que la recuperación es posible. "De hecho, no podemos permitir que leyendas históricas sin fundamento científico y que nada tienen que ver con la situación actual sean el obstáculo que impida o dificulte esa recuperación", subraya Maribel Rodríguez.