Tu salud también viaja en la maleta

Un botiquín bien provisto con el que poder tratar las dolencias más frecuentes puede sacarnos de muchos apuros.

Se acerca el verano y todos buscamos un buen destino en el que pasar nuestras vacaciones. Además de guías, mapas, bañadores y ganas de disfrutar, en nuestro equipaje nunca debe faltar un elemento muy importante: la salud. Llevar con nosotros un botiquín bien preparado nos ayudará a reducir los efectos de las dolencias leves que, si no se tratan a tiempo, pueden convertirse en protagonistas de nuestras ansiadas vacaciones.

La Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) recomienda programar con tiempo los aspectos sanitarios de cualquier viaje, sobre todo si vamos a desplazarnos a zonas con condiciones especiales, o si hemos previsto pasar un período largo en lugares donde la asistencia médica puede ser limitada.

Sin caer en el error de cargarse de medicamentos, un botiquín bien provisto con el que poder tratar las dolencias más frecuentes puede sacarnos de muchos apuros. En primer lugar, nunca debe faltarnos el material de cura de fácil aplicación -gasas, algodón, tiritas, vendas y tijeras-, así como tampoco debemos olvidar un medicamento desinfectante. Teniendo en cuenta que durante las vacaciones realizamos un número mayor de desplazamientos, es conveniente proveerse de productos para evitar los mareos. Los podemos encontrar en forma de comprimidos, chicles, supositorios, e incluso en jarabe si es para los niños.

La crema solar es otro de los productos que debe acompañarnos siempre, pues los rayos del sol son especialmente dañinos en verano. Debemos elegir un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel, asegurarnos de que el fotoprotector es resistente al agua y al sudor, y no olvidar renovar su aplicación cada dos horas de exposición o después de cada baño. “Una exposición prolongada al sol es causa frecuente de dolores de cabeza, por eso nuestro botiquín debe contener también analgésicos con los que combatir ésta y otras pequeñas molestias como dolor menstrual, muscular o dental, así como la fiebre”, recomienda el director general de anefp, Rafael García Gutiérrez. Además, es aconsejable incluir en el botiquín un repelente de insectos y productos para tratar las picaduras, con el fin de minimizar las molestias causadas por mosquitos, medusas y otros insectos.

Soluciones para los problemas digestivos

Los cambios en la alimentación, en los horarios y en los hábitos durante las vacaciones facilitan la aparición de problemas gastrointestinales, especialmente si elegimos destinos internacionales. La diarrea del viajero es la dolencia más frecuente y aparece cuando se consumen alimentos o productos en mal estado, o a los que nuestro cuerpo no está acostumbrado. Para prevenirla, anefp recomienda seleccionar con cuidado aquello que consumimos cuando viajamos, y recordar que el buen aspecto de un producto no garantiza que nuestro organismo pueda tolerarlo.

A pesar de ello, si no conseguimos esquivar la gastroenteritis, nuestro botiquín de viaje debe contener un antidiarreico y algún suero de rehidratación oral con el que reponer las sales y los minerales que podamos perder durante la enfermedad.

Pero el cambio en los hábitos alimenticios también puede ser el origen de un trastorno gastrointestinal diferente: el estreñimiento. Asimismo, la ingesta de productos y condimentos picantes, comidas copiosas, bebidas alcohólicas o frutas ácidas puede generarnos molestias de estómago. Por este motivo, tener un laxante y un antiácido a mano nos puede sacar de más de una situación incómoda.

Destinos internacionales

Aunque nos desplacemos a países cercanos, debemos tener en cuenta que los nombres de los medicamentos y las condiciones de venta pueden ser diferentes a las que estamos acostumbrados. Los expertos recomiendan que, antes de partir, recordemos las dolencias que nos afectan con cierta frecuencia –y que podrían presentarse en nuestro viaje- y visitar después al farmacéutico para que nos ayude a elaborar el botiquín adecuado.

Si vamos a desplazarnos a lugares exóticos, la preparación de los aspectos sanitarios del viaje debe comenzar con mayor antelación. Antes de partir debemos conocer el riesgo de contraer enfermedades en el país o países que vamos a visitar. En estos casos, se recomienda acudir al médico para tener una evaluación previa adecuada y determinar las vacunas o la medicación que debe administrarse antes de salir.