Un estilo de vida saludable es la mejor arma frente a la osteoporosis

La dieta baja en calcio, potasio y vitamina D se relaciona con un mayor riesgo de fractura

La osteoporosis, que literalmente significa "hueso poroso", es una enfermedad ósea metabólica en la que la densidad y calidad óseas se han debilitado, de forma que se incrementa el riesgo de fractura. La pérdida ósea ocurre de forma "silenciosa" y progresiva, por lo que habitualmente no hay síntomas hasta que se produce la primera fractura, de ahí la importancia de su detección y tratamiento precoces. Las fracturas más comunes asociadas con la osteoporosis son las de muñeca, cadera y las vertebrales, si bien las que tienen consecuencias más graves para la salud son estas dos últimas.

Es en los años inmediatamente posteriores a la menopausia cuando existe un mayor riesgo, ya que en ese momento puede producirse hasta el 20 por ciento de la pérdida de masa ósea que experimentará una mujer en toda su vida.

En España existen más de dos millones de personas que padecen osteoporosis. El incremento en el número de pacientes en los últimos 20 años ha supuesto un aumento del 54 por ciento en el número de fracturas ocasionadas por esta patología. En el caso de las mujeres este incremento se cifra en un 64 por ciento. "Con el progresivo envejecimiento de la población en nuestro país, podemos esperar un aumento igual o más significativo en los próximos años", asegura el doctor Esteban Jódar, coordinador del Grupo de Trabajo de Metabolismo Mineral Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). "En España, se producen aproximadamente unas 25.000 fracturas cada año a consecuencia de la osteoporosis", puntualiza.

Según el doctor Manuel Muñoz Torres, coordinador  del Grupo Trabajo de Asistencia Especializada de la SEEN, "en España, tras una fractura de cadera, solo el 20 por ciento de los afectados es independiente, mientras que el 29 por ciento precisa ayuda domiciliaria y el 51 por ciento depende de un centro de crónicos".

Población en riesgo

"Los sujetos de más edad, de menor peso, baja masa ósea valorada por densitometría, con antecedentes personales o familiares de fractura osteoporótica y los que presentan ciertos factores de riesgo asociados (tabaquismo, ingesta exagerada de alcohol, consumo de corticoides a dosis significativas o alguna causa de osteoporosis secundaria) son los de más riesgo", asegura Muñoz Torres.

En promedio, el riesgo de sufrir una fractura osteoporótica para una mujer a lo largo de su vida es del 40 por ciento. En palabras de este experto, "este porcentaje es equivalente al riesgo de cáncer de mama, ovario  y endometrio asociados. La razón de la mayor prevalencia en las mujeres se relaciona con la pérdida de los efectos beneficiosos para el hueso de los estrógenos tras la menopausia".

El tabaquismo duplica la tasa de fractura. Además, la ingestión de más de tres medidas de alcohol al día (tres tercios de cerveza o tres copas de vino), la anorexia nerviosa o el bajo peso son importantes predictores de aparición de fractura en el futuro. Por otro lado, las dietas muy altas en proteínas (en personas relativamente jóvenes) o muy bajas en proteínas (típicas en ancianos) parecen asociarse a mayor riesgo de fracturas. La dieta baja en calcio, en potasio y en vitamina D también se relacionan con un mayor riesgo de fractura osteoporótica.

Prevención y diagnóstico precoz

Tal y como se puso de manifiesto en el 53 Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición, celebrado recientemente en Santiago de Compostela, una manera efectiva de reducir estos costes, según los expertos es, en primer lugar, prevenir la aparición de la osteoporosis y en segundo, una vez que ésta se da en el paciente, realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz de la misma.  "Un estilo de vida saludable evitando tóxicos como el tabaco o el exceso de alcohol, una nutrición adecuada, un peso saludable y ejercicio físico regular, preferentemente al aire libre, son las mejores armas para prevenir la osteoporosis", asegura Jódar.

"Sabemos que una dieta rica en calcio y potasio es beneficiosa para el tejido óseo. Por lo tanto, aumentar la ingestión de lácteos y comer sardinillas en lata o boquerones con su raspa algún día en semana podría bastar para aproximar la ingestión media de calcio de las personas con osteoporosis (de 700 a 850 mg/día) a las recomendadas (en torno a 1200 mg/día)", explica el doctor Jódar.

En cuanto al aporte de vitamina D, cabe destacar que más de la mitad de la población española tiene niveles deficientes de esta vitamina puesto que es casi imposible obtenerla a través de la dieta. Según el doctor Jódar, "serían necesarias 12 sardinas diarias, más de 8 yemas de huevo o más de 4 litros de leche al día para alcanzar los niveles óptimos de esta vitamina".

En relación al tratamiento de esta enfermedad, el doctor Muñoz Torres afirma que "en la actualidad, disponemos de un amplio arsenal terapéutico que permite no sólo detener eficazmente la pérdida de masa ósea, sino también formar hueso nuevo mejorando notablemente su resistencia y reduciendo de forma muy significativa las fracturas osteoporóticas".