Encontrar al 'príncipe azul' o a la dulce princesa con la que soñábamos cuando éramos niños puede convertirse en una verdadera pesadilla en la que, poco a poco, se van perdiendo las ilusiones y la magia inicial.

Dicen que el verdadero amor sólo pasa por nuestro lado una vez en la vida, pero ¿cómo podemos reconocerlo?, ¿cómo podemos saber que la persona que tenemos a nuestro lado es la destinada a hacernos feliz? Para salir de dudas o, mejor dicho, para comprobar si la relación que mantiene es realmente sana, siga leyendo.

¿Cómo es una relación sana?

Siete son los pilares en los que ha de sustentarse una relación para poder considerarla 'sana':

1. Respeto mutuo: el respeto en el seno de una relación significa valorar al otro y entender, nunca cuestionar, sus límites.

2. Confianza: es imposible mantener una relación sana cuando no se confía en el otro. Sin embargo, aunque sentir celos de vez en cuando es lo más natural, lo que importa es cómo reacciona una persona cuando se pone celosa.

3. Sinceridad: es muy difícil confiar en alguien que no te dice la verdad. Con una mentira se cosechan dudas que acaban poco a poco creando brechas en la confianza mutua en la que se sostiene la pareja.

4. Apoyo: un hombro en el que llorar cuando las cosas no van bien y una mano que agarrar cuando llega la hora de celebrar algo: así es la pareja en una relación sana.

5. Justicia/igualdad: las cosas se pueden deteriorar bastante deprisa cuando una relación se convierte en una lucha de poder, en la que una persona intenta imponer constantemente su voluntad. Sin llegar al absurdo de luchar por una igualdad matemática, se ha de trabajar día a día por mantener un equilibrio en la balanza de la relación.

6. Identidades distintas: encontrar el amor no es el fin de la libertad. Enamorado o no ha de sentirse libre para seguir cultivando nuevas habilidades e intereses, para hacer amistades y, en definitiva, seguir avanzando en la vida.

7. Buena comunicación: la honestidad y la claridad son claves para mantener una buena comunicación y evitar los 'odiosos' malentendidos. La sinceridad ha de estar también presente en la comunicación: nunca ha de esconder lo que siente, aunque no sea del agrado de su pareja.

Algunas barreras para el amor

Pero, por mucho que cumplamos punto por punto con todo el ideario de una relación sana, hay algunas barreras insalvables que se esconden en lo más profundo de cada uno de nosotros. La falta de autoestima y seguridad personal es una de ellas: su pareja nunca podrá hacerle feliz, si usted ni se acepta ni se quiere.

Pero éste no es el único obstáculo insalvable. Si vive la relación como una carga, tal vez haya llegado el momento de plantearte si merece la pena seguir adelante.

Y en la adolescencia es muy difícil vivir un amor duradero. Ya sea porque la vorágine de sentimientos que emergen en ese momento deja a quien 'la sufre' sin las energías necesarias para hacer frente a los requerimientos de otra persona, ya sea porque es difícil compaginar la forma de ver las cosas de dos personas cuyas identidades todavía se están formando, vivir un amor duradero en esta etapa de la vida es casi 'misión imposible'.