Activos vegetales para el cuidado de la piel

El mundo vegetal es muy rico y variado, existe miles de moléculas distintas que se encuentran en las plantas y están sometidas a variaciones en función del clima, el tipo de tierra donde se cultivan y las condiciones climáticas. Estas variables condicionan la riqueza en activos de las diferentes especies.

El uso en las formulaciones cosméticas de ingredientes de origen vegetal ha experimentado en los últimos años un aumento espectacular. La vuelta a la pretendida "cosmética natural" ha influido decisivamente en este aumento. A día de hoy disponemos de un amplio abanico de ingredientes vegetales con propiedades y efectos similares a los que tradicionalmente la cosmética clásica atribuía de forma exclusiva a los de origen animal.

Activos vegetales

De especies vegetales tanto terrestres como marinas, podemos obtener aceites, moléculas insaponificables y diversos extractos que permiten conseguir gran cantidad de efectos.

  • Aceites y mantecas

Los vegetales son muy ricos en aceites con acción emoliente y protectora, además de ser interesantes disolventes y vehículos de otros ingredientes.

Los aceites se extraen y antes de su uso sufren un tratamiento previo para eliminar características organolépticas poco deseables. Se desodorizan y decoloran, además de reducir su índice de acidez y su índice de peróxidos. Dependiendo de su riqueza en ácidos grasos de cadena larga en las formulaciones, se incluyen ingredientes que ralentizan su oxidación y por tanto su enranciamiento. Vamos a detenernos en los más comunes:

Aceite de almendras dulces (Prunus amygdalus dulcis oil): es un clásico en cosmética, considerado como un buen emoliente. Se obtiene de la almendras mediante prensado o extracción con disolvente. Es muy rico en ácido oleico y vitaminas A y E. Es rico también en ácidos grasos insaturados, por lo que es muy eficaz en pieles secas e irritadas.

Aceite de aguacate (Persea gratissima oil): se extrae con disolventes de la pulpa del fruto. Es emoliente, hidratante y posee acción regeneradora y protectora, lo que le hace ser un aceite muy apreciado en cosmética.

Aceites de germen de cereales: obtenidos de las semilla germinadas mediante extracción con disolventes. Son muy ricos en vitaminas del grupo B, vitamina E, A, F y carotenos que se absorben bien a través de la piel. Contienen además fosfolípidos que junto a las vitaminas le proporcionan propiedades nutritivas ideales para la piel seca, pieles con arrugas y que sufren cuperosis. Uno de los más tradicionales es el aceite de germen de trigo (Triticum vulgare germ oil).

Aceite de rosa mosqueta (Rosa moschata oil): obtenido de las semillas de rosa rubiginosa por expresión en frío. Tiene un alto contenido en ácido linoleico y linolénico. Su acción principal es regeneradora del tejido cutáneo.

Aceite de girasol (Helianthus annuus): se obtiene mediante presión en frío dl las semillas del girasol.  Contiene vitaminas liposolubles y ácido linoleico por lo que tiene una buena estabilidad. Es un buen vehículo oleoso de ingredientes cosméticos.

Manteca de Karité: grasa de color rosado, obtenida de las semillas de Butyrospermum parkii. Su composición rica en ácido palmítico, oleico, linoleico, alantoína, etc. hace que sea de interés en la protección de la piel frente a agresiones climáticas e irritaciones superficiales.

  • Insaponificables

Se denominan así fracciones de triglicéridos y ésteres que suelen tener los aceites y mantecas vegetales. Los más usados son, entre otros, los extraídos del aceite de aguacate, del aceite de oliva y la manteca de Karité. En base a diversos estudios, su acción en el mantenimiento de la elasticidad y las características óptimas de la piel les hacen ser muy apreciados.

  • Extractos vegetales

Hay gran cantidad de extractos muy útiles para cosméticos de tratamiento que se usan por sus propiedades hidratantes para piel seca y descamada, piel sensible, irritada y envejecida. Podemos destacar el extracto de rosa mosqueta, extracto de mimosa y la soja. Sus propiedades reparadoras, protectoras y nutritivas son indiscutibles.

  • Aceites esenciales

Se añaden a todo tipo de preparados cosméticos combinados con otros aceites vegetales y activos cosméticos. Además de su acción perfumante se tiene en cuenta cada vez con mayor interés sus propiedades saludables.

No deben confundirse con los aceites vegetales que hemos visto, los aceites esenciales son las denominadas esencias. Se obtienen por expresión en frío de semillas y frutos de plantas.

Existe una ciencia basada en ellos, la "aromaterapia" que combina aceites esenciales  como alternativa en la promoción de la salud.

Activos vegetales marinos

Los ingredientes de origen marino han demostrado su eficacia en cosmética por sus interesantes propiedades. El auge de su uso ha ido en aumento tanto en los de origen vegetal, en los que nos centraremos, como los de origen animal (por ejemplo el colágeno marino) La riqueza biológica del mar da pie a numerosas investigaciones por parte de las empresas cosméticas en la búsqueda de novedad unida a eficacia.

De los de origen vegetal, los más importantes son las algas. Existen más de 25.000 especies de algas catalogadas, aunque sólo unas pocas especies se usan en cosmética. Son ricas en oligoelementos, sales minerales, vitaminas y aminoácidos. Los dos tipos más empleados son:

  • Algas verdes: son las que están más cerca de la superficie. Son ricas en fósforo y magnesio y poseen propiedades suavizantes.
  • Algas rojas: de ellas se obtiene el agar-agar, lo que les confiere propiedades calmantes.
  • Algas pardas: son ricas en carragenatos y alginatos, sustancias espesantes.

Proporcionan a la piel iones negativos que son atraídos por los positivos de las capas profundas de la piel. Este modo de actuación favorece su acción tonificante, regeneradora y suavizante.

Las algas se cultivan, extraen y purifican para su uso cosmético. Hay una industria dedicada a este fin.

Phytoproteoglicanos

Por su carácter innovador merecen mención aparte los Phytoproteoglicanos. Son moléculas complejas que se encuentran en la matriz extracelular de los vegetales.

Se extraen de la soja y contienen proteínas, glicoproteínas y polisacáridos. Su acción es similar a la de los proteoglicanos de origen animal, aportando ventajas en seguridad.

Diversos estudios de eficacia "in vitro" e "in vivo" determinan su interesante acción cosmética y explican el aumento de su uso y su aplicación:

  • Mejora las propiedades mecánicas de la piel, mejorando por tanto su elasticidad, su firmeza y su suavidad.
  • Aumenta la tolerancia de la piel al sol tras una semana de aplicación, reduciendo el enrojecimiento tras la exposición a la radiación ultravioleta.
  • Reduce las arrugas.
  • Aumenta la producción del colágeno de la piel.
  • Contrarresta los signos del envejecimiento biológico y del envejecimiento foto inducido, disminuyendo el número de células dañadas.
  • Protege el ADN nuclear de las células madre epidérmicas y aumenta la reparación de ADN después de la exposición al sol.

Son por tanto moléculas eficaces en la regeneración celular y contrarrestan los efectos del envejecimiento acelerado que provoca el sol y las radiaciones ultravioletas.

Células madre vegetales

Entre los últimos avances en cosmética encontramos las "células madre vegetales". Sobre su acción hay expertos que dicen que contienen factores similares a las células madre humanas, de manera que estimulan su regeneración y renovación permanente.

Según esta teoría, si las células madre humanas poseen la capacidad de multiplicarse y sustituir y renovar las células que se van eliminando en el proceso natural de recambio celular, los extractos de células madre vegetales podrían ser utilizados en cosmética para mejorar el funcionamiento de las células cutáneas  y estimular la regeneración de los tejidos de la epidermis.

Las más usadas son las que provienen de la manzana y del argán, pero se está trabajando con cítricos, semillas de uva e incluso algunas algas. Los investigadores en  el laboratorio reproducen estas células madre, realizando una lesión en la planta. En la zona se produce un callo de cicatrización que se cultiva por biotecnología en agar. Una vez reproducidas las células vegetales se vehiculizan en liposomas para su uso.

Al igual que su acción está todavía poco estudiada, hay muy pocos estudios sobre sus contraindicaciones y posibles efectos adversos.

Es un nuevo campo de investigación abierto, con grandes posibilidades de estudio y desarrollo, que a pesar de la falta de publicaciones ya se emplea en diversas líneas cosméticas.