El virus de los bebes

El lavado de manos con agua y jabón y evitar el humo del tabaco, claves en la prevención

El Virus Respiratorio Sincitial (VRS), conocido como el "virus de los bebés", es el causante de cerca del 80% de los casos de bronquiolitis y afecta en su mayoría a los lactantes y a los menores de dos años.

Suele tener pocas consecuencias en adultos y mayores de dos años con buenas condiciones de salud. Sin embargo, puede afectar de modo más serio a los menores de dos años y, entre ellos, especialmente a los lactantes y a determinados grupos de riesgo, entre los que se encuentran los que han nacido prematuramente, con cardiopatías congénitas, Síndrome de Down y con enfermedades pulmonares crónicas y otras condiciones previas que hacen que su aparato respiratorio o su sistema inmunitario sea más débil.

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis consiste en la obstrucción del aire de los bronquiolos, unas vías respiratorias que son más pequeñas en el caso de los bebés, que se encargan de transportar el oxígeno por los pulmones, desde los bronquios (vías respiratorias más grandes) hasta unas bolsitas en las que se hace el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono llamadas alvéolos pulmonares. Por lo general, puede durar entre 7 y 32 días, aunque la media de duración suelen ser 15 días.

La bronquiolitis es más frecuente en los meses fríos. Así, en el hemisferio norte (España entre otros países), el periodo epidémico es de octubre a marzo, siendo el pico epidémico (cuando hay una mayor incidencia) alrededor del mes de enero. De hecho, de acuerdo al Sistema de Vigilancia de la Gripe en España(SVGE), desarrollado por el Instituto de Salud Carlos III, en la primera semana de enero de este año se han registrado más de 200 detecciones de VRS en nuestro país, alcanzando el mayor pico epidémico por VRS.

Síntomas de la bronquiolitis

Los síntomas más habituales con los que se presenta la bronquiolitis causada por el VRS son similares a los de un catarro común, es decir, tos, exceso de mucosidad, congestión nasal y fiebre baja. Así cursa la mayoría de las veces en adultos y mayores de 2 años, pasando desapercibida.

Sin embargo, existe la posibilidad de que en menores de 2 años y, más si se trata de poblaciones de riesgo, lo haga con tos grave y persistente, dificultades para respirar, sibilancias y respiración rápida y agitada, cansancio y fatiga, aumento de la frecuencia respiratoria, pérdida del apetito, frecuencia cardíaca acelerada, tono bajo, adormecimiento y dificultad para conciliar el sueño, así como deshidratación o piel azulada (cianosis). Ante estos síntomas es necesario acudir al médico.

¿Cómo se previene la bronquiolitis?

Precisamente porque la bronquiolitis cursa en adultos o niños mayores de 2 años como un catarro y pasa a menudo inadvertida, la infección se puede contagiar a bebés, y entre ellos los más vulnerables, con gran facilidad.

Este contagio se realiza por contacto, por la saliva o los mocos, siendo más frecuente, como pasa con la gripe, en los lugares cerrados, en centros donde acuden niños (guarderías, parques infantiles) o adultos enfermos (hospitales, ambulatorios, centros de salud).

Es por esto por lo que la prevención es fundamental a través de las siguientes pautas:

  • El lavado de manos con agua y jabón: un hábito que debe practicarse con mayor frecuencia si se está en contacto con bebés, así como cada vez que se estornuda, tose, etc. Es conveniente también lavarse las manos al llegar a casa, tras viajar en transporte público, etc.
  • Limpiar los juguetes y superficies que puedan estar en contacto con personas (adultos o niños) con síntomas de catarro, gripe, etc. Esto es especialmente importante en centros escolares y guarderías.
  • Evitar el humo del tabaco y, aunque no se fume, los ambientes de tabaco.
  • Evitar los lugares cerrados, con aglomeración de gente, así como allí donde puede haber enfermos como hospitales, ambulatorios, etc., especialmente en los meses de frío y cuando se va con un niño menor de 2 años. Guarderías y parques infantiles son también un lugar de contagio.
  • Fomentar la lactancia materna al menos los 6 primeros meses del bebé.
  • Utilizar pañuelos de un solo uso.
  • Evitar llevarse la mano a la boca al toser o estornudar y, si se hace, lavarse las manos con agua y jabón.
  • La ventilación diaria tanto de casa como de otros espacios donde conviven personas, puede haber enfermos, etc.

Fuente: #StopBronquiolitis, una campaña de Alianza Aire.