Estas vacaciones, protégete de la hepatitis

En  vacaciones, los viajes internacionales propician la transmisión de los tipos de hepatitis más comunes, la hepatitis A y la B.  Aproximadamente cada año hay 1,4 millones de nuevos casos de hepatitis A en el mundo y se estima que 600.000 personas fallecen anualmente como consecuencia de la hepatitis B.

El virus de la hepatitis A se transmite por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados o por contacto directo con una persona infectada por el virus.

El virus de la hepatitis B se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada (transmisión sexual). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral.

Prevención

Siguiendo el lema del Día Mundial, "Nada oigo, nada veo, nada digo", cualquier viajero puede prevenir esta enfermedad con tres sencillos pasos:

  • "Oir": escuchar e informarse sobre cómo protegerse de la hepatitis.
  • "Ver": consultar al médico antes del viaje por si estuviera recomendada la vacunación.
  • "Decir": explicar a familia y amigos el riesgo de contraer hepatitis. Asegúrate de que saben cómo protegerse cuando van a viajar.

Viajar a zonas donde los virus de la hepatitis A y B son endémicos puede suponer un mayor riesgo de contraer una hepatitis viral si no se han tomado medidas preventivas, pero también hay que recordar que este tipo de hepatitis se puede contraer en cualquier lugar. La hepatitis A se presenta esporádicamente y en epidemias en el mundo entero, y tiende a reaparecer periódicamente.

Síntomas

Los síntomas de la hepatitis son fiebre, malestar general, ictericia (coloración amarillenta de piel y mucosas), cansancio extremo, orina oscura, náusea, vómitos y dolor abdominal. Estos síntomas pueden variar de moderados a graves en pacientes con hepatitis A. Sin embargo, las personas con hepatitis B casi nunca presentan síntomas durante la fase de infección aguda, por lo que a veces se le denomina el virus silente.