Tos: ¿cuándo hay que tratarla?

Toser hasta dos veces por hora se considera normal, una frecuencia mayor nos llevar a pensar en la existencia de un posible problema

La tos es un reflejo defensivo, un mecanismo de defensa natural con el que contamos y, por tanto, beneficioso. Su objetivo principal es expulsar las secreciones o los elementos extraños que puedan contener las vías respiratorias de manera que el aire que llega a los pulmones se encuentre en las mejores condiciones de limpieza, temperatura y humedad.

Las causas que la originan son muy variadas. Cualquier elemento irritante puede provocar tos, lo que no implica que detrás se esconda una patología. El aparato respiratorio intenta expulsar cualquier gas irritante aspirado, aire demasiado frío o caliente, humo de cigarrillos, bacterias, virus o cualquier cuerpo extraño. Incluso ciertos fármacos y problemas gastrointestinales como el reflujo provocan tos.

Toser hasta dos veces por hora se considera normal, una frecuencia mayor nos llevar a pensar en la existencia de un posible problema.

Causas principales

Las causas más frecuentes tienen relación con la inflamación de las vías respiratorias, unas derivadas de procesos patológicos y otras causas no relacionadas con una enfermedad:

  • Procesos infecciosos como rinitis, laringitis, faringitis, sinusitis, etc.
  • Procesos alérgicos.
  • Contaminación ambiental.
  • Aspiración de cuerpos extraños.
  • Cambios de temperatura y grado de humedad del aire.
  • Ciertos medicamentos provocan tos seca persistente que desaparece unos días después de interrumpir la toma del fármaco.
  • Situaciones de ansiedad o gran tensión nerviosa provocan tos como forma de alivio.

Tipos de tos

La clasificación más sencilla y por tanto más conocida divide la tos en aguda y crónica. La tos es aguda cuando se mantiene un máximo de 6 semanas y es crónica cuando sobrepasa ese tiempo.  A su vez la tos puede ser seca, ineficaz o improductiva o blanda, eficaz o productiva.

  • Tos seca, ineficaz o improductiva: su misión no consiste en eliminar secreciones producidas en el sistema respiratorio, luego no produce expectoración. Se debe a estímulos irritantes que actúan en las vías altas y la garganta, como el humo del tabaco, un ambiente seco, contaminantes externos, alérgenos y fármacos. Es una tos que a menudo causa fatiga, dolor en el pecho o en la garganta, agrava la irritación y contribuye también a diseminar los gérmenes por la salida violenta del aire. Su ineficacia y estos efectos aconsejan tratar de eliminarla, contando siempre con el profesional sanitario.
  • Tos blanda, eficaz o productiva: su objetivo es la expulsión de secreciones producidas en las vías respiratorias bajas y otras sustancias acumuladas (esputo). El esputo desencadena la tos y origina la expectoración. Es por tanto una tos eficaz que no se aconseja eliminar pues evita que se acumulen las secreciones y se produzcan complicaciones.

Tratamiento

  • Medidas higiénico-sanitarias: son sencillas recomendaciones encaminadas a aliviar los síntomas y que en ocasiones pueden evitar la toma de medicamentos.

• Beber abundante líquido: para favorecer que la mucosidad sea más fluida y se expulse mejor, hay que aportar al tracto respiratorio la humedad necesaria tomando entre 1,5 a 2 litros de líquido al día. Puede ser en forma de agua o como zumos, caldos o infusiones.

• Las infusiones de plantas son muy útiles. Por un lado, las bebidas calientes tienen de por sí un efecto suavizante. Por otro, las plantas medicinales tienen acciones terapéuticas reconocidas. Aquellas plantas ricas en mucílagos como la malva, la raíz de altea o el malvavisco suavizan e hidratan las vías respiratorias y otras como el eucalipto o el tomillo aumentan el volumen y la fluidez del moco que se expulsa mejor.

• Mantener el ambiente húmedo es otra forma de hidratar. La temperatura ideal de la habitación de estar alrededor de los 20 ºC. La humedad podemos conseguirla con los humidificadores. Producen vapor frío gracias a ondas de ultrasonidos por lo que no modifican la temperatura de la habitación. Hoy en día hay modelos que permiten incluir esencias balsámicas de eucalipto, romero, salvia, etc. Estas esencias protegen la mucosa y disminuyen la congestión. ¡Cuidado con las esencias balsámicas que llevan en su composición como ingrediente el mentol. No se pueden usar en niños!

• Mantener las habitaciones bien ventiladas, sin humo de tabaco, polvo, etc. El tabaco es causa frecuente de tos, luego dejar de fumar es la mejor medida. El farmacéutico puede asesorar sobre cómo hacerlo y las terapias sustitutivas más adecuadas.

• Evitar los cambios bruscos de temperatura.

• Usar una doble almohada, que eleva la cabeza, puede mejorar el descanso cuando tenemos tos productiva.

• Lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar, arrastran la mucosidad que irrita la garganta. En niños pequeños podemos ayudarnos con los aspiradores nasales.

• Cuando la tos es seca, podemos usar caramelos de miel, regaliz (nunca los hipertensos), etc. ya que forman una película protectora que protege la mucosa, suavizan la garganta y alivian la irritación disminuyendo la tos.

  • Tratamiento farmacológico: cuando estas medidas no funcionan debemos acudir al profesional sanitario. El farmacéutico podrá ayudar a distinguir qué tipo de tos sufre el paciente y si cumple o no con los criterios para recomendarle un tratamiento o debe remitirle al médico.

• Antitusivos que controlan la tos a nivel central, como la codeína, el dextrometorfano o la cloperastina. Deben tomarse siempre bajo control médico o farmacéutico, puesto que producen efectos secundarios a tener en cuenta.

• Antitusivos que reducen la irritación primaria, es decir, ayudan a eliminar la causa de la tos, que puede ser partículas irritantes o el exceso de secreciones. En esta categoría se encuentran:

• Expectorantes: que favorecen la eliminación de las partículas depositadas en la mucosa de las vías respiratorias a base de un aumento en la producción de moco fluido y una acción irritante que provoca su expulsión. El más usado es la guaifenesina, que convierte la tos seca en tos productiva.

• Mucolíticos: que se usan en casos de tos productiva. Cuando el moco es muy viscoso y abundante los mucolíticos disminuyen su viscosidad y facilitan la expulsión. Los más usados son la carbocisteína, acetilcisteína y el ambroxol.

Como la tos es un síntoma, antes de proponernos suprimirla debemos conocer cómo es y las causas que la originan. El farmacéutico nos puede ayudar a valorar y evaluar la necesidad y características del tratamiento. De ahí la importancia de la valoración y decisión de proponer una serie de medidas, instaurar un tratamiento o derivar al médico. Un fallo en la eficacia y en el resultado puede venir de una mala elección.

Una tos productiva no debería eliminarse a no ser que nos afecte al descanso e impida llevar una vida normal.

Una tos improductiva no tiene interés, luego debe ser eliminada, sobre todo si altera el sueño, la vida cotidiana o nos origina náuseas, vómitos o pérdida de apetito.