Soluciones frente al estreñimiento

Dieta incorrecta, vida sedentaria y horario irregular, son las causas más habituales de su aparición.

El estreñimiento es quizás es uno de los problemas de salud que más presentes está en nuestro día a día, aunque muchas veces de forma equivocada. Y es que solemos pensar que para que nuestro organismo funcione como un reloj tenemos que ir al baño todos los días, una creencia muy alejada de la realidad que ha llevado a muchas personas a abusar de los laxantes sin necesidad.

Como los hábitos intestinales no son iguales para todo el mundo, no es fácil saber qué es 'lo normal'. Tras muchas vueltas, los expertos han llegado a la conclusión de que una persona está estreñida cuando le cuesta defecar en más de un 25% de las ocasiones y/o realiza menos de tres deposiciones a la semana. Así, a la baja frecuencia de las deposiciones, se suma el esfuerzo para defecar como uno de los signos de identidad del estreñimiento.

Se calcula que el 20% de las personas padecen este problema, sobre todo ancianos y mujeres, y el porqué de su aparición normalmente se esconde tras alguna de estas tres circunstancias: dieta incorrecta, la más habitual, vida sedentaria y horario irregular. Es decir, tener una dieta pobre en fibra, beber pocos líquidos al día, la falta de ejercicio físico y dejarse llevar por las prisas y el estrés del ritmo de vida actual y no defecar cuando se sienten deseos de hacerlo ni convertir la hora de ir al baño en una rutina incuestionable en nuestra apretada agenda.

El uso de ciertos medicamentos puede ser también el origen del estreñimiento y, paradójicamente, el abuso de laxantes puede conducir a él. Otras posibles causas son el estrés, estancias prolongadas en cama, pasar unos días fuera de casa o estar embarazada.

Consulte al farmacéutico. Él puede ayudarle a identificar las causas de su posible problema, evitar malos hábitos y buscar la solución más adecuada.

Recomendaciones

La primera medida para plantarle cara al estreñimiento es reeducar los hábitos y el estilo de vida. Una dieta rica en fibra y beber mucha agua pueden solucionar muchos casos de estreñimiento y evitar otras tantos. Y aunque no verá resultados enseguida, si es constante, cambiar su alimentación es, sin duda, la decisión más eficaz que puede tomar.

La ingesta de unas ciruelas pasas o unos cereales en el desayuno aportan gran cantidad de fibra y no supone un gran esfuerzo. Pero para conseguir los 30 gramos diarios de fibra recomendados, hay que dar un paso más y convertir a los cereales, frutas y verduras en protagonistas de la alimentación: incluir en la dieta diaria un plato de verdura cocinada, una ensalada como plato principal o como guarnición, tres piezas de fruta y comer legumbre tres veces por semana. Además, se aconseja tomar pan integral diariamente. En resumen, la clave de una dieta rica en fibra está en legumbres, cereales enteros o integrales, fruta fresca sin pelar y verduras hervidas y crudas. Escoja bien las frutas que come; algunas, como el plátano, estriñen. Y aunque la fruta seca también es una excelente fuente de fibra, tenga en cuenta la gran cantidad de calorías que también gana con ellas.

Dos consejos: si va a comenzar a añadir fibra a su dieta, hágalo lentamente y aumente la cantidad poco a poco; esto le ayudará a reducir los gases y la hinchazón abdominal. Y coma despacio, masticando bien los alimentos y a horas regulares.

No se olvide de beber mucha agua, al menos un litro y medio al día, unos ocho vasos. En lugar de agua también puede optar con zumos, sopas u otras bebidas.

Y evite la vida sedentaria. Encontrar tiempo para hacer ejercicio con moderación y regularidad, adecuado a su edad y condiciones físicas, y convertirlo en una rutina más, por ejemplo, 45 minutos tres veces en semana, le ayudará a hacer frente al estreñimiento. Pruebe a andar, ir en bicicleta o hacer gimnasia, ya que estos ejercicios facilitan la motilidad intestinal.

Y es que la rutina es, también cuando se habla de estreñimiento, una forma eficaz de solucionar los problemas. Escoja un hueco fijo en su ajetreado día para ir al baño y hacerlo sin prisas. Es lo que más cuesta, pero si es constante su cuerpo se acostumbrará y se convertirá en un hábito más. Si puede, procure ir cada día al baño 15-45 minutos después de desayunar, ya que ingerir alimentos estimula la motilidad intestinal.

Además, cuando sienta ganas de ir al servicio, no se reprima y acuda lo más rápidamente posible. Su salud intestinal se lo agradecerá.

Laxantes

Cuando estas recomendaciones no son suficientes y el estreñimiento sigue presente, quizás puede venir bien recurrir a un laxante, una decisión que nunca ha de tomar por su cuenta sino siguiendo las indicaciones de un profesional sanitario como el médico o el farmacéutico.

Los laxantes son productos que facilitan el paso y la eliminación de las heces, pero nunca tienen que sustituir a una alimentación rica en fibra. Generalmente se administran por vía oral, y ocasionalmente por vía rectal, y se clasifican según su mecanismo de acción. De hecho, hay varios tipos de laxantes: los que aumentan la masa intestinal (formadores de masa), los que ablandan las heces (emolientes), los que lubrifican las heces (lubricantes), los osmóticos y los estimulantes (que ayudan a trabajar a los músculos del intestino). Existen muchas combinaciones disponibles con y sin receta. En función del tipo y la causa del estreñimiento será recomendable uno u otro.