Roncar en exceso y somnolencia durante el día, señales de alerta de la apnea del sueño

Dormir es una actividad fundamental para nuestro organismo. El sueño tiene una función reparadora y renovadora imprescindible para la salud tanto física como mental. Cuando se producen trastornos en el sueño que le impiden ejercer su función reparadora, nuestra salud se resiente. Uno de los trastornos del sueño más frecuentes es la apnea del sueño.
Las personas que lo padecen tienen síntomas, como fatiga, pérdida de concentración, somnolencia diurna e irritabilidad, que trastornan su vida social y son culpables en ocasiones de accidentes laborales, domésticos o de tráfico; pero también síntomas físicos que pueden afectar a órganos vitales y derivar en hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, principalmente.
La apnea del sueño, también conocida como SAHS, es un trastorno del sueño que se caracteriza por la obstrucción de las vías respiratorias repetidas veces durante el sueño que provocan paradas respiratorias que pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos. La respiración recupera la normalidad con un ronquido fuerte o con un sonido gutural. De ahí que la persona más adecuada para detectar un síndrome de apnea del sueño sea a menudo la pareja.
La primera medida que se debe tomar para eliminar las apneas de sueño es evitar las posibles causas, lo que, en algunos casos, incluso puede poner punto y final a la enfermedad. Por lo que si sufre este trastorno pierda peso, no fume, intente dormir en posición lateral y no boca arriba, no tome alcohol al menos seis horas antes de irse a la cama y evite tomar medicación sedante sin control médico.
El tratamiento más frecuente es la CPAP, una medida sencilla y efectiva que, aunque no cura, elimina las apneas cuando se utiliza.
Fuentes: Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica y Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.