Migraña: es posible una mejor calidad de vida

El estrés, la alteración del ritmo de sueño, el ayuno prolongado y el consumo de alcohol son los principales desencadenantes de las migrañas

Recientemente se celebró en toda Europa el Día de Acción contra la Migraña, una fecha que tiene como objetivo concienciar sobre una enfermedad que afecta a la calidad de vida de 3,5 millones de personas en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y que es mucho más que un simple dolor de cabeza. La migraña es una enfermedad con gran repercusión social y laboral y que puede presentar complicaciones en su evolución y manejo realmente serias.

Con una prevalencia del 12-13 por ciento, que en caso de las mujeres se eleva al 17-18 por ciento, afecta principalmente a personas de entre los 20 y 50 años. "Puesto que las crisis migrañosas son muy incapacitantes e imprevisibles, y suelen afectar a personas que se encuentran en el periodo de mayor productividad laboral, esta enfermedad supone un considerable impacto económico", asegura el doctor Samuel Díaz Insa, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN. Tal es así que la Sociedad Española de Neurología estima que la migraña conlleva a la pérdida de entre 8 y 16 días al año de trabajo (de media) por paciente, lo que supone un coste anual de 2.000 millones de euros, calculando los costes directos e indirectos del absentismo y de la perdida de la productividad laboral.

Pero además del impacto de la actividad laboral del paciente, es una enfermedad con un gran impacto en la calidad de vida de quien la sufre, afectando a las esferas sociales, personales y familiares: el 42,5 por ciento de los pacientes sufren discapacidad de moderada a grave. A pesar de ello, un 20-25 por ciento de las personas que padecen migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico y un porcentaje aún mayor (50 por ciento) abandona el seguimiento tras las primeras consultas. Además, y según un estudio presentado en la última Reunión Anual de la SEN, un 14 por ciento de los pacientes ni siquiera llega a comprar los medicamentos que se les receta.

"Es muy importante diagnosticar los casos de migraña adecuadamente, no solo porque automedicarse o seguir un tratamiento inadecuado puede llevar a cronificar más el problema, sino porque varios estudios han relacionado la migraña con la depresión, con ansiedad o con un ligero aumento del riesgo cardiovascular", explica el doctor Díaz Insa. "Son estos casos los que necesariamente deben ser seguidos y valorados por un neurólogo".

Síntomas

Por lo general, la migraña se manifiesta en un solo lado de la cabeza aunque posteriormente puede generalizarse a ambos lados, es pulsátil en el 85 por ciento de los episodios, y aumenta con la actividad física o el simple movimiento de cabeza. Casi el 90 por ciento de los pacientes experimentan náuseas y más de un 75 por ciento refieren durante las crisis una hipersensibilidad a los estímulos sensitivos que se expresa como fotofobia, sonofobia e intolerancia a estímulos olfatorios.

Aunque la predisposición a la migraña tiene un carácter genético, son los factores ambientales los desencadenantes de las crisis y los que determinan la frecuencia. El estrés emocional es el desencadenante de crisis más frecuente, seguido de la alteración del ritmo de sueño o de factores dietéticos como ayuno prolongado, consumo del alcohol o una determinada ingesta de alimentos. En el caso de las mujeres, más de la mitad de las pacientes refieren la aparición de las crisis coincidiendo con el ciclo menstrual; además los anticonceptivos orales suelen ser un factor de agravación para la migraña.

"Conocer los factores precipitantes de los ataques de migraña y evitarlos es el primer paso en el tratamiento. Así pues, intentar tener un ritmo regular de sueño, practicar ejercicio de forma habitual,  mantener una alimentación equilibrada evitando aquellos alimentos que hayan podido desencadenar ataques en alguna ocasión y, sobre todo, huir del estrés, es fundamental", comenta Díaz Insa. "También es importante tener en cuenta que en la mayoría de los pacientes con migraña no existe un claro desencadenante en la alimentación, por lo que no es aconsejable prohibir largas listas de alimentos porque sí, ya que lo único que conseguiremos es una disminución en la calidad de vida de nuestros pacientes".

Pero, además, existe una amplia variedad de tratamientos verdaderamente útiles para atajar las crisis de migraña. "El principal avance fue el desarrollo de los triptanes, ya que fueron los primeros fármacos realmente selectivos para su tratamiento sintomático y ya se ha generalizado el uso de la toxina botulínica para el tratamiento de la migraña crónica" señala este experto. "En todo caso hay que tener en cuenta que no todos los tratamientos funcionan de la misma manera en todos los pacientes. Ésta es otra razón por lo que es importante acudir a un especialista para su diagnóstico: la personalización terapéutica, identificando los tratamientos preventivos más adecuados y las medidas que se deben tomar ante la aparición de una crisis, es fundamental", concluye.