La mayor parte de los cánceres de riñón son potencialmente curables

La cirugía continúa siendo el tratamiento de elección en tumores renales localizados

Cada año se diagnostican en nuestro país más de 4.000 tumores de riñón, coincidiendo en la mayoría de los pacientes factores de riesgo como son el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión. De hecho, el 28 por ciento de los pacientes con este tumor tiene obesidad, y casi la mitad sufre sobrepeso. Son datos del primer registro de incidencia en España, elaborado por la Asociación Española de Urología (AEU).

"Hasta la elaboración de este registro", afirma el doctor Miguel Unda Urzáiz, coordinador del Grupo de Trabajo de Urología Oncológica de la AEU, "no contábamos con datos de incidencia real de este tumor en España, por lo que ahora disponemos de una herramienta  fundamental para el urólogo, ya que nos permite conocer el perfil del paciente, su incidencia y el abordaje que se realiza. Este análisis nos ha confirmado que la mayor parte de los cánceres de riñón, entre el 80-85 por ciento, se dan en estadios localizados, por lo que son potencialmente curables. Saber esto nos ayuda a definir mejor el tratamiento en cada caso. Hasta hace poco, excepto la cirugía, no existían terapias disponibles para este tumor, ya que ni la radioterapia ni la quimioterapia son efectivas; sin embargo actualmente se han comercializado fármacos que están demostrando beneficios en fases avanzadas de las enfermedad".

Tratamiento

La cirugía continúa siendo el tratamiento de elección en tumores localizados. Tal y como explica el doctor José Luis Alvarez-Ossorio, coordinador del Grupo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la AEU, "la tendencia es a optar por la cirugía mínimamente invasiva, que permite ser más conservadora. Es decir, se extirpa sólo el tumor y se mantiene el órgano, ya que hasta ahora lo que se hacía normalmente era quitar el riñón entero, sólo se conservaba en tumores pequeños, de hasta cuatro centímetros, y ahora hemos logrado hacerlo con tumores de hasta siete centímetros".

Existen otras técnicas mínimamente invasivas, como son la crioterapia y la radiofrecuencia, que permiten preservar el órgano, pero que, como matiza el doctor Alvarez-Ossorio, "aún están en desarrollo, y sólo se llevan a cabo en pacientes muy seleccionados, de edad avanzada, y con tumores pequeños".

Las técnicas laparoscópicas y la cirugía robótica son opciones que, frente a la cirugía abierta, permiten que el paciente se recupere más rápido y se incorpore antes a su vida diaria. "Han aportado en este sentido muchos beneficios. La robótica sobre la laparoscópica aporta visión tridimensional, seguridad para el paciente, evita el temblor y aporta mayor comodidad al cirujano. En el cáncer renal parece que aporta además mayor velocidad en la sutura, por lo que en los casos de nefrectomías parciales, el riñón está menos tiempo sin vascularización", señala el doctor Unda Urzáiz.

Sin embargo, teniendo en cuenta la situación de crisis económica que vivimos, el doctor Alvarez-Ossorio cree que "el coste que implica disponer de un robot probablemente no justifique utilizarlo en el sistema público. Evidentemente esta situación económica podría retrasar la implantación de estos aparatos en nuestro país".

La principal indicación en la actualidad de la cirugía robótica es el cáncer de próstata. Lo que ha sido un paso adelante que se ha dado en los últimos años para tratar este tipo de tumor. Junto a otras ventajas, la tecnología laparoscópica robotizada tiene la posibilidad de disecar y preservar con mayor precisión los nervios encargados de la erección.

"La realidad es que la laparoscopia y la cirugía mínimamente invasiva se utilizan ya en prácticamente toda la patología urológica, a excepción del trasplante renal. En este caso se sigue optando por la cirugía abierta, ya que es una intervención muy complicada que requiere una amplia experiencia y destreza del cirujano. La laparoscopia en este caso sólo se utiliza para extraer el órgano en donante vivo, pero el implante se hace por cirugía abierta", matiza el doctor Alvarez-Ossorio.

Perfil del paciente

El registro de la AEU muestra que seis de cada 10 pacientes con tumor renal son varones y sólo un 33 por ciento mujeres. En cuanto a la relación con enfermedades de riesgo asociadas, casi la mitad de ellos presentaban sobrepeso y un  28 por ciento obesidad. Asimismo, el 52 por ciento era hipertenso y un 4,5 por ciento sufría una insuficiencia renal. En cuanto a los hábitos de vida, el 43 por ciento era fumador o estaba expuesto al humo del tabaco.

Por otros estudios, está demostrado que el tabaco incrementa en un 35 por ciento el riesgo de desarrollar este tumor. Esta relación tan directa radica en que el riñón, al actuar como depuradora de la sangre, filtra todos los elementos tóxicos como el alquitrán que contiene el tabaco, que mientras son eliminados a través de la orina van deteriorando este órgano.

Al analizar la edad del paciente, más de la mitad de ellos tenían más de 60 años aunque, a diferencia de otros cánceres urológicos, este tumor se puede presentar a edades tempranas, incluso por debajo de los 40 años.