La incontinencia urinaria (IU) es una disfunción que se asocia normalmente al sexo femenino, pero los hombres también la sufren y no precisamente de forma aislada. Concretamente, según datos de la Fundació Puigvert, uno de cada cuatro casos de este problema de salud se produce en hombres.

Las cifras ponen sobre la mesa otra realidad: la edad es un factor determinante cuando se habla de incontinencia urinaria en el sexo masculino. De hecho, un 10 por ciento de los hombres entre 65 y 74 años tiene este problema de salud y, a partir de los 75 años, los afectados se elevan hasta un 22 por ciento.

El origen reside en defectos congénitos, traumatismos pélvicos o cirugías (extracción radical de próstata). En este sentido, hay que destacar que un 8 por ciento de los hombres que se someten a una cirugía radical por cáncer de próstata tendrán problemas de incontinencia. Además, resaltar que este tipo de cáncer es el más frecuente en hombres de más de 50 años, una razón de peso para tratar adecuadamente la incontinencia urinaria.

La incontinencia urinaria afecta de manera importante a la calidad de vida de las personas que la sufren y puede llegar a influir muy negativamente en su día a día.

Según cuentan los afectados, los inconvenientes principales son la necesidad de más higiene y el olor que produce. Además, muy a menudo sufren irritación cutánea o incluso trastornos del sueño por culpa de un problema de salud que también es cosa de hombres.

Un problema que tiene tratamiento

Los expertos definen la incontinencia urinaria como cualquier pérdida involuntaria de orina que se manifiesta en diversas circunstancias y con un amplio rango de gravedad. El doctor Pere Arañó, jefe de la Unidad de Urología Funcional de la Fundació Puigvert, explica que muchos hombres afectados de incontinencia desconocen que esta disfunción tiene tratamiento. Es más, matiza, "no consultan a su médico porque no saben que tiene solución".

Y cuando se habla de tratamientos, el método de referencia para tratar los casos graves de incontinencia urinaria masculina es, según expertos de la Fundació Puigvert, el implante de un esfínter artificial, con el que se obtienen resultados muy satisfactorios.