El golpe de calor

Aumento de la temperatura corporal por encima de 40ºC y piel caliente, enrojecida y sin sudor son algunos de los síntomas del golpe de calor.

Mención especial merece el golpe de calor, el riesgo más grave de una exposición prolongada al mismo, ya que puede desembocar en muerte o dejar secuelas importantes si no hay un tratamiento inmediato.

Deportistas, obreros y trabajadores en general expuestos a los rayos del sol o a las olas de calor asfixiante, ancianos o individuos con enfermedades debilitantes, los lactantes... todos ellos son potenciales víctimas de los golpes de calor.

  • Jamás se debe dejar a un niño o una mascota en el interior de un coche, aunque se piense que el calor no es excesivo. Es más frecuente de lo imaginable el desenlace fatal en estos casos.
  • La obesidad, el alcoholismo y el consumo de drogas o algunos medicamentos son también un factor de riesgo para los golpes de calor.
  • Antes de subir a un coche aparcado al sol, hay que ventilarlo previamente unos minutos abriendo puertas y ventanas para que baje la temperatura de su interior, muy especialmente si en él van a montar bebés y/o personas mayores.