Frente a las pérdidas de orina
Si se trata adecuadamente, no existe razón alguna por la que la incontinencia urinaria impida a cualquier persona llevar una vida satisfactoria

La incontinencia urinaria es la pérdida de orina de forma involuntaria en un momento y lugar no adecuados y en cantidad y frecuencia suficiente como para que suponga un problema para la persona que la sufre. Puede manifestarse a cualquier edad, pero afecta fundamentalmente a las mujeres.
Uno de los principales problemas que genera este trastorno reside en que su presencia es sinónimo de calidad de vida deteriorada, con importantes consecuencias sociales y psicológicas, dado los prejuicios y desinformación que la rodean. Los inconvenientes que conlleva son múltiples: limita las actividades cotidianas como salir, relacionarse con la gente o viajar, obliga a estar pendientes de controlar cuándo y cuánto líquido beber, a cerciorarse de la proximidad de los aseos públicos, a controlar o evitar los esfuerzos físicos, genera problemas en el ámbito laboral, a la hora de conciliar el sueño, afecta a la higiene, a las relaciones de pareja, etc.
Si usted cree que puede tener este problema, no se avergüence y acuda al médico cuanto antes, pues muchos de los tratamientos no funcionan si la enfermedad se detecta tarde. No olvide nunca que la incontinencia tiene solución en muchos casos y, sobre todo, se puede controlar. Si se trata adecuadamente, no existe razón alguna por la que la incontinencia urinaria impida a cualquier persona llevar una vida activa y satisfactoria.
Funcionamiento del aparato urinario
La función de los riñones consiste en limpiar la sangre de sustancias innecesarias para enviarlas a la vejiga, una bolsa muscular que puede ensancharse para almacenar hasta 500 ml cuando está llena. Cuando se encuentra medio llena, los nervios envían una señal al cerebro para que se expulse la orina; ésta sale a través de la uretra, que se mantiene cerrada mediante los músculos del esfínter. El esfínter interior se abrirá cuando la vejiga esté llena, pero el músculo del esfínter exterior se puede contraer de forma voluntaria para controlar la salida de la orina. Los músculos del suelo pélvico, situados bajo la vejiga y alrededor de la uretra, se encargan del control adecuado de la vejiga. Una de cada cuatro mujeres y uno de cada ocho hombres experimenta una interrupción de este proceso en algún momento de su vida.
En la mayoría de los casos, la incontinencia se produce por un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico que mantienen cerrada la uretra. Cuando pierden su elasticidad, actividades cotidianas como reírse, toser, levantar peso y correr, pueden causar pérdidas. Sin embargo, estos músculos se pueden fortalecer de nuevo (ver cuadro sobre ejercicios del suelo pélvico).
En el caso de las mujeres, las causas principales de la incontinencia se derivan de los cambios que se producen en el embarazo, el parto y la menopausia. En los varones son muchas las causas pero la más frecuente es el aumento de tamaño de la glándula prostática.
La incontinencia puede ser también un efecto secundario de ciertos medicamentos y algunos de ellos tienen propiedades diuréticas que estimulan la orina. Si las pérdidas coinciden con el inicio o cambio de una medicación determinada, consulte con su médico para aclarar si se trata de una posible causa de incontinencia. A veces es posible reducir la dosis o cambiar la toma de algunos medicamentos sin que su eficacia se vea alterada.
Distintos tipos
¿Tiene pérdidas al toser, estornudar, reír o levantar peso? En este caso se trata de la incontinencia de esfuerzo, el tipo más común de incontinencia urinaria femenina. Se produce por el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico que soportan la vejiga. Cuando reímos o tosemos aumenta la presión en la vejiga y los músculos del suelo pélvico no pueden contraerse lo suficiente para retener toda la orina. Sólo se suelen tener pequeñas pérdidas, aunque en algunos casos la cantidad puede aumentar.
Otro tipo es la incontinencia de urgencia, también denominada vejiga hiperactiva. Ocurre cuando sobreviene una fuerte y urgente necesidad de orinar y la vejiga expulsa orina de forma involuntaria. Suele haber pequeñas señales de aviso y se pueden sufrir pérdidas moderadas o grandes. Normalmente se suele orinar de 4 a 8 veces al día, pero si siente la necesidad de hacerlo con más frecuencia de lo que suele ser normal en su caso, o incluso si tiene que levantarse varias veces por la noche, puede tratarse de un síntoma de incontinencia de urgencia.
No se conoce la causa exacta de este tipo de incontinencia, pero se considera que los músculos de la vejiga envían señales erróneas al cerebro que indican que la vejiga está más llena de lo que está en realidad. La mayoría de las personas que padecen este problema controlan los síntomas de incontinencia de urgencia con compresas o ropa interior de protección.
La incontinencia funcional es otro tipo de incontinencia urinaria y consiste en la incapacidad de llegar a tiempo al baño debido a dificultades derivadas de una enfermedad física o mental.
Finalmente, enfermedades como el Parkinson, Alzheimer, espina bífida, esclerosis múltiple o los daños cerebrales también pueden afectar a la comunicación entre el cerebro y la vejiga, por lo que se produce la incapacidad de controlar o vaciarla por completo.
Soluciones
En general, los profesionales sanitarios suelen seguir los métodos menos invasivos para mejorar los inconvenientes de la incontinencia como, por ejemplo, pequeños cambios cotidianos, ejercicios de fisioterapia y tratamientos médicos. Si estos recursos no dan resultado, el especialista puede plantearse si es necesario aplicar un tratamiento más invasivo, como medicación o cirugía.
El primer paso puede ser comprobar si se obtienen resultados positivos con algunos cambios en el estilo de vida como los siguientes:
1. Si bebe menos líquido, la orina será más concentrada, lo cual agravará el problema de la vejiga y hará que tenga que orinar con más frecuencia. Se recomienda beber lo que acostumbre normalmente. Con esto bastará para que la orina sea normal y de un color claro, semitransparente. Por otra parte, si se bebe demasiado aumentará la urgencia de ir al baño; intente mantener un equilibrio saludable en este aspecto.
2. La cafeína, el alcohol y las bebidas refrescantes son diuréticos y harán que tenga que ir al baño más a menudo.
3. El sobrepeso y la incontinencia están asociados.
4. El tabaco por sí mismo no causa incontinencia, pero con la tos asociada se produce una presión en la vejiga.
5. El control de la vejiga puede mejorar con los ejercicios de los músculos del suelo pélvico.
Si la terapia resulta ineficaz, existen otras opciones que puede considerar su médico. La inserción de un catéter con una bolsa de drenaje portátil puede ser una medida temporal, especialmente si la incontinencia es el resultado de otra cirugía en proceso de recuperación.
Los productos absorbentes para la incontinencia son el recurso más utilizado. Están especialmente diseñados para la protección frente a las pérdidas de orina y la aparición del olor, y se ofertan en una amplia gama de tamaños y niveles de absorción.