Enfermedad tromboembólica venosa, primera causa de muerte evitable en hospitales

La trombosis venosa pro­funda (TVP) y la embolia pulmonar (EP) son dos ca­ras de una misma moneda a la que llamamos enferme­dad tromboembólica veno­sa y a la que habitualmente nos referimos como ETV.

La sangre que va des­de el corazón hacia los pies circula por las arterias. Una vez en el pie, a través de los capilares, la sangre vuelve por las venas hacia el cora­zón. Y del corazón a los pul­mones, para oxigenarse.

Se habla de trombosis venosa profunda (TVP) cuando la sangre en el interior de una vena, generalmente de las piernas, se coagula e impi­de el flujo normal hacia el corazón. El coágulo obstru­ye el vaso sanguíneo, por lo que normalmente produce dolor, la extremidad se hin­cha y aumenta la tempera­tura de la piel. Si se detecta a tiempo se puede controlar y fácilmente se convierte en una enfermedad crónica con la prescripción de fár­macos anticoagulantes.

En ocasiones, un coá­gulo en el interior de una vena se puede romper y pequeños fragmentos, lla­mados émbolos, desplazar­se siguiendo el flujo normal de las venas, hacia los pul­mones. Como los vasos de este órgano se ramifican y estrechan, los émbolos aca­ban colapsando las arterias pulmonares, provocando una embolia pulmonar. Co­mo consecuencia, la arteria pulmonar no consigue oxi­genar la sangre que lleva dentro y se produce una insuficiencia respiratoria y una sobrecarga para el co­razón, que se esfuerza en bombear la sangre ocluida.

Algunos datos

Una de cada cuatro perso­nas en el mundo fallece por causas relacionadas con la trombosis y la enfermedad tromboembólica venosa (ETV) provoca más muertes anuales que el sida, el cán­cer de mama y los acciden­tes de tráfico juntos. Ade­más, el 60% de los casos de tromboembolismo venoso ocurren tras una hospitali­zación.

Ante estas cifras y el po­co conocimiento que los gobiernos y la población general tienen de la ETV, el año pasado se estableció el 13 de octubre como Día Mundial de la Trombosis, una fecha que coincide con el nacimiento de Rudolf Vir­chow (1821-1902), médi­co alemán que desarrolló el concepto de trombosis.

En esta edición el acen­to se ha puesto en los hos­pitales, ya que la ETV es la primera causa de muerte evitable en los centros sani­tarios. Estar inmovilizado y pasar por el quirófano son dos de los principales fac­tores de riesgo que predis­ponen a la trombosis de la sangre en el interior de las venas y sin duda la mejor prevención en ambos casos es caminar lo antes posible.