Decálogo de alertas con alergias 'de verano'

La época estival es tiempo de ocio, viajes, días de playa y comidas fuera de casa. Por este motivo, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha creado un decálogo con alertas sobre situaciones nuevas que las personas alérgicas y sus familiares deben tener en cuenta para así poder disfrutar de las vacaciones sin sobresaltos:

  • Cremas solares y medicamentos antiinflamatorios

Existen alergias en la piel (eccemas) que precisan de las radiaciones solares para producirse. Entre las causas más frecuentes se encuentran algunas plantas (higueras, cítricos, etc.) o los filtros que contienen algunas cremas solares.

En el caso de los medicamentos antiinflamatorios y algunos antibióticos el efecto fotosensibilizante puede producirse tanto por la aplicación en la piel como por su ingesta.

  • Comidas fuera de casa

Las reacciones alérgicas por alimentos pueden aumentar en verano a causa de un "mayor descuido". No hay que olvidar que siete de cada diez reacciones se producen fuera del domicilio.

La SEAIC aconseja a los alérgicos a alimentos vigilar todos los productos que se ingieren, leyendo detenidamente los ingredientes que los componen: leche o frutos secos en los helados, trozos de frutas como melón, kiwi y melocotón en postres y batidos; mariscos en pastas o ensaladas, etcétera y preguntar a los cocineros en caso de duda.

  • Frutas de temporada

Algunas frutas como cerezas, melocotón o paraguaya pueden causar urticaria al contacto con la piel de la fruta en las manos y los labios, aunque también puede causar síndrome de alergia oral, inflamación y picor en la boca, los labios y la garganta al comerlas. La manifestación puede ser más grave y llegar incluso a causar un shock anafiláctico.

Frutas como melón y sandía producen con frecuencia síntomas en la boca en personas con alergia a pólenes.

  • Picaduras de insectos e himenópteros

El riesgo de presentar una reacción alérgica a picaduras de insectos himenópteros (avispas y abejas) aumenta durante los meses de verano. Los alergólogos recomiendan extremar la precaución cuando se está al aire libre y evitar, en la medida de lo posible, realizar comidas en el campo, pues los insectos acuden a ella. Es recomendable no vestir con colores llamativos ni estampados ni perfumarse.

  • Piscinas

Los baños frecuentes en piscinas en los meses de verano empeoran los síntomas de dermatitis atópica en muchas personas, particularmente en niños. La irritación que el baño prolongado, por un lado, y el cloro por otro, producen en la piel fácilmente irritable de estos pacientes tiene la culpa de esta situación.

Usar agua salada en vez de clorada o los baños en el mar, por el contrario, mejoran las pieles atópicas.

  • Tatuajes temporales

Los tatuajes de henna se pueden realizar durante todo el año, pero es en verano cuando proliferan en zonas costeras personas que ofrecen este servicio. En realidad, la henna natural es enriquecida con un producto de fuerte concentración que permite fijar mejor el tatuaje, la parafenilendiamina. Es esta sustancia la que puede provocar algunos casos de dermatitis y alergia.

  • Residencias de verano

En general, los ácaros, responsables de la alergia al polvo doméstico, se encuentran especialmente confortables cuando la temperatura es templada y la humedad relativa del ambiente es elevada. Por ello son muy abundantes en regiones costeras.

También por esta causa la concentración de ácaros en las casas aumenta durante las épocas de cambio estacional (primavera y otoño), con lluvias y temperaturas suaves, y suelen disminuir durante el verano e invierno.

Hay que tener cuidado en los traslados a otros domicilios de verano y con la limpieza en las casas que llevan tiempo sin ser habitadas. Lo ideal es hacerlo antes de la llegada de quien padece alergia.

  • Animales

En ocasiones se viaja a entornos rurales donde se entra en contacto con especies que normalmente no están presentes en nuestro día a día y que pueden provocar alergia, como caballos, ovejas, cabras, etcétera.

Las alergias a animales más frecuentes son a los gatos o perros, pero también pueden producirse a ratones, cobayas, hámster y caballos.

Las proteínas del pelo, la saliva o la orina de mascotas domésticas pueden producir una reacción alérgica que ataca a los ojos y las vías respiratorias en forma de rinoconjuntivitis y asma alérgicos.

  • Polen

Aunque la polinización de las gramíneas está terminando en la zona centro y durará algo más en el norte del país, hay que tener en cuenta que se prolonga más semanas cuanto más al norte viajemos.

Por ello si se desplaza a centro y norte de Europa es aconsejable llevar la medicación para combatir los síntomas de  rinoconjuntivitis y asma polínicas.

Otros pólenes, como salsola en algunas zonas de Castilla La Mancha, Aragón o Murcia, o parietaria en Levante, toman protagonismo en verano.

  • Campamentos seguros

Existen campamentos para niños asmáticos en los que aprenden a convivir con la enfermedad a la vez que se divierten y pasan unos días en la naturaleza. Infórmese del más cercano a su localidad en la web de la Sociedad.