Cuando la nariz se seca

La combinación de alta temperatura y baja humedad es el escenario perfecto para la sequedad nasal

¿Respira por la boca? Procure dejar de hacerlo. Gracias a la mucosa que recubre su interior, la nariz humidifica y calienta el aire que penetra en nuestros pulmones a una temperatura más o menos uniforme, entre 33 y 35ºC. Una ardua tarea que puede ejercer porque cuenta con la humedad y mucosidad necesarias.

Pero no crea que la nariz sólo nos permite oler y respirar, también actúa como 'filtro' de salud. No en vano, es la primera línea de defensa con la que cuenta nuestro organismo para impedir la entrada de los gérmenes que le acechan cada día. El moco, que tantas molestias nos da a veces, los captura antes de que consigan alcanzar las vías respiratorias y los pulmones. Si la nariz se seca, no puede hacer su trabajo y los gérmenes tienen vía libre a nuestro organismo.

Por todo ello, no se olvide de cuidar su nariz. Para ayudarle en su batalla contra las infecciones y respirar mejor, manténgala siempre limpia y al margen de la sequedad nasal.

Causas

Detrás de la sequedad nasal se esconden muchas y muy distintas causas. Aunque solemos asociar los resfriados y la gripe con una nariz que moquea, hay virus que secan las fosas nasales, es decir, impiden que el revestimiento del interior de la nariz mantenga sus niveles normales de humedad.

Y paradójicamente, un uso abusivo de descongestionantes y corticoides nasales está detrás de muchos casos de sequedad nasal. Por ello, si padece congestión nasal, siga las indicaciones de los profesionales sanitarios y no alargue el uso de estos productos más de la cuenta.

El ambiente también puede desencadenar este problema. En general, cualquier elemento que reduzca la humedad del ambiente, como la calefacción, puede secar la mucosa de la nariz. Es más, la combinación de alta temperatura y baja humedad es el escenario perfecto para la sequedad nasal. El frío ambiental extremo también puede conducir a ella, de ahí que el aire acondicionado sea uno más de los posibles desencadenantes.

Desagradables molestias

Sea cual sea la causa, lo cierto es que la sequedad nasal no pasa desapercibida y puede llegar a ser realmente incómoda, sobre todo por las mañanas que es cuando la nariz está más seca que de costumbre.

Molestias, picazón e incluso descamación son sus señas de identidad iniciales; pero puede llegar más lejos y traducirse en dolorosas heridas en las fosas nasales que acaban en costras, a veces sangrantes y malolientes. Si este es su caso, no se toque la nariz para retirar las costras nasales y póngase en manos de su médico y/o de su farmacéutico.

Es más, una nariz seca puede desembocar en 'problemas de salud' de cierto calado, como sinusitis, congestión nasal crónica o hemorragias nasales leves. Una advertencia a tener en cuenta: la suma de hemorragias nasales y de nariz seca puede indicar la presencia de hipertensión arterial.