Cuando la glucosa se dispara

En sus inicios, la diabetes tipo 2 se puede combatir con cambios en el estilo de vida, siguiendo las directrices que indique el médico

Últimamente, desde distintos estamentos médicos y sanitarios en general se viene alertando sobre el imparable y acelerado aumento de la frecuencia de la diabetes mellitus en todo el mundo.

Hasta poco más de una década, los datos sobre prevalencia de la diabetes en nuestro país hablaban de un 10 por ciento en la población española, pero estudios más recientes, concretamente el estudio di@bet.es, sitúa la prevalencia total de diabetes de tipo 2 -diabetes mellitus- en el 12 por ciento en España.

Este estudio forma parte de la Estrategia Nacional sobre la Diabetes y ha sido elaborado por entidades de tanta relevancia científica como el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y el Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Federación Española de Diabetes (FED).

Por otro lado, un dato nada tranquilizador revela que la prevalencia de obesidad, muy asociada a la diabetes, ha sido calculada en tres de cada diez españoles, mientras la de hipertensión arterial en cuatro de cada diez. De los resultados del citado estudio se desprende la importancia que tiene la prevención para evitar la aparición de la enfermedad o, si ya ha hecho acto de presencia, frenar el desarrollo de la misma, ya que se ha confirmado una vez más la estrecha asociación que existe entre los hábitos de salud prevenibles o modificables, como son la dieta, el ejercicio y la obesidad, entre otros, con el riesgo cardiometabólico.

Cabe añadir que tradicionalmente el diagnóstico de la diabetes mellitus se hacía en edades medias de la vida, pero en la actualidad se hace cada vez en edades más tempranas; de hecho los especialistas aducen que se comienza a observar un alarmante incremento de la obesidad infantil e incluso de la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes.

El azúcar, un problema

Hablar de diabetes es hablar de azúcar, páncreas e insulina, por resumir el proceso. El azúcar, o glucosa en términos médicos, es empleado por el organismo como fuente de energía. Una vez que se incorpora al torrente sanguíneo, interviene la insulina, que es una hormona producida por el páncreas. El trabajo de la insulina consiste en regular o controlar ese azúcar que ha entrado en la sangre, que luego es transportada mediante el impulso cardiaco hasta los músculos, grasa y células hepáticas, donde se transforma en potencial energía. La diabetes puede sobrevenir porque el páncreas no produce suficiente insulina o porque el organismo ejerce resistencia a la misma, o ambas cosas a la vez.

Si por una alteración pancreática o insulínica el cuerpo no puede regular dichos niveles y el proceso se lleva a cabo de manera defectuosa, entonces el azúcar no se almacena debidamente como energía, con lo cual sus niveles en la sangre comienzan a elevarse por encima de lo normal, lo que en términos médicos se denomina hiperglucemia.

En sus inicios, como se ha dicho anteriormente, la diabetes tipo 2 se puede combatir con cambios en el estilo de vida, siguiendo las directrices que indique el médico.

Prevención

Dieta equilibrada y ejercicio son las primeras medidas para controlar los niveles de azúcar en la sangre y prevenir los síntomas y problemas. Reducir el peso corporal si hay obesidad de por medio ha de ser una primera meta a alcanzar. Su médico le indicará una dieta personalizada, acorde con su salud, ya que se ha de tener en cuenta si tiene otras enfermedades, como hipertensión o colesterol elevado.

Entre las recomendaciones más frecuentes, figura la adopción del aceite de oliva como elemento indispensable para aliñar las ensaladas o guisar, evitar o reducir al máximo el consumo de grasas de origen animal, aumentar el consumo de legumbres, verduras y hortalizas y ser moderados en el consumo de carnes, pescados, huevos y bebidas alcohólicas.

Aliados

En la lucha por el control del azúcar en la sangre, se encuentran diversos elementos naturales considerados "aliados" que pueden ser una ayuda.

Entre estos elementos "aliados" contra la diabetes comienza a pisar fuerte la canela, a la que algunos estudios le otorgan una capacidad beneficiosa y natural en la diabetes tipo 2. Además de contribuir a reducir el azúcar en la sangre en pacientes con dicha enfermedad, mejora los niveles de colesterol. Un estudio publicado en la revista Annals of Family Medicine atestigua que estos pacientes observaron una mejoría en sus niveles de colesterol y glucosa en sangre tras tomar canela en forma de píldora.

Obviamente, los mentores de la canela subrayan que se trata de una ayuda contra la diabetes, y no va a reemplazar a los medicamentos. Una vez más, hay que asegurarse de seguir las instrucciones en las etiquetas de los productos y consultar con su médico o el farmacéutico.