Consejos para prevenir el síndrome del ojo seco

Los primeros síntomas para reconocer este trastorno son el enrojecimiento, el cansancio ocular  y el escozor

La sobreexposición a las pantallas electrónicas, el aire acondicionado o una mala alimentación son algunos de los factores que pueden generarnos molestias oculares como el síndrome del ojo seco. Los expertos aseguran que un 25 por ciento de la población sufre esta patología ocular, una cifra que se prevé que continúe en alza debido a los nuevos hábitos de la población desarrollada.

Las lágrimas sirven para mantener húmedos nuestros ojos y protegerlos de los agentes externos. Gracias a la humedad producida por el lagrimal evitamos irritaciones, escozor o la sensación de un cuerpo extraño dentro del ojo. Sin embargo, debido a nuestros hábitos diarios muchas veces sobreexponemos este órgano a los factores externos generando una molestia o incomodidad.

Una de cada cuatro personas de países desarrollados sufre el síndrome del ojo seco debido a la sobreexposición a las pantallas electrónicas y a los cambios de hábitos de la sociedad moderna. Los primeros síntomas para reconocer esta patología son el enrojecimiento, el cansancio ocular  y el escozor pero, ¿qué podemos hacer para prevenir las causas que lo provocan? Siguiendo algunos consejos podemos cuidar de nuestros ojos y evitar futuras complicaciones oculares

El ordenador

Gran parte de los españoles desarrollan su jornada laboral delante de un ordenador, un hecho que al final del día termina generando molestias oculares. Aunque existe una concienciación sobre los efectos del uso prolongado de las pantallas electrónicas, el desconocimiento de las causas concretas imposibilita que tomemos medidas para prevenir este malestar.

Y es que "cuando estamos delante del ordenador el parpadeo medio es de 5 veces por minuto, mientras que cuando estamos manteniendo una conversación es de 22 veces, lo que provoca que nuestro ojo genere poca lágrima y que aumente la sequedad del ojo", explica Milagros Ramos, directora de la Clínica Coro de Madrid.

Para prevenir futuras molestias y complicaciones oculares, basta con acordarnos de parpadear más a menudo y de hacer un pequeño descanso cada hora para dirigir nuestra mirada lo más lejos posible. Cualquier motivo es bueno para alejar la vista del ordenador; ve a buscar agua, ofrécete para recoger las fotocopias o trabaja en un cuaderno cuando sea posible. Además, puedes ponerte una nota que te recuerde descansar la vista y cerrar los ojos unos segundos cada rato, notarás cómo tus ojos te lo agradecen y tu concentración también será mejor.

Cambios hormonales

Los cambios hormonales producidos durante el embarazo, en la menopausia o con la píldora anticonceptiva también suelen aumentar el riesgo de padecer ojo seco.

Mientras que en el embarazo o en la toma de la píldora anticonceptiva el problema se soluciona con el uso de lágrimas artificiales, en la menopausia es posible tener que recurrir a los tapones en el lagrimal. Milagros Ramos explica que "estos tapones lagrimales provocan que las lágrimas no se pierdan y se mantenga el ojo húmedo".

Mala alimentación

Una alimentación poco saludable también es uno de los factores determinantes del síndrome del ojo seco, al condicionar la calidad de la película grasa que recubre la lágrima. Si esta película no está bien formada, la lágrima se evapora con facilidad y, por tanto, el ojo deja de tener la humedad óptima y deseada.

Lo recomendable en este caso, y en general para cuidar de nuestra vista, es aumentar la ingesta de alimentos ricos en Omega 3, como el pescado. Es un alimento rico en fósforo y en vitaminas que se puede cocinar de múltiples maneras sin que sea repetitivo.

Factor ambiental

La calefacción, el aire acondicionado o la contaminación del medioambiente son algunos de los factores que más influyen en el desarrollo de la patología del ojo seco. Cuando nos encontramos en lugares climatizados, el aire es muy seco y se renueva poco, dos elementos que provocan que la lágrima del ojo se evapore con más rapidez.  En este sentido, se recomienda tener varios recipientes con agua repartidos por el lugar donde nos encontremos para humedecer el ambiente y evitar que aparezcan las molestias oculares.

Es importante tener en cuenta estos consejos y cuidar de nuestra salud ocular para evitar que se agudice la enfermedad del ojo seco, una patología que puede ser una contraindicación a la hora de realizar una cirugía refractiva para corregir la miopía, hipermetropía y astigmatismo.

El primer paso antes de someterse a esta operación es realizar un test de lágrima (Schirmer) para detectar si se tiene poca lágrima o es un problema de calidad. "Si no se trata de un ojo seco severo, es posible tratar durante el ojo durante un mes antes de la cirugía e incluso se pueden poner unos tapones en el conducto  lacrimal para evitar que la humedad se vaya por dicho conducto", explica la doctora Ramos.

La vista es uno de los sentidos más preciados que tenemos, por lo que debemos cuidarla y estar alerta de todas las molestias que detectemos. Para evitar esta patología es importante acudir al oftalmólogo en cuanto notemos los primeros síntomas, para que nos recomiende el tratamiento adecuado con el que poder parar la enfermedad.