¿Cómo prevenir la otitis en verano?

Las otitis externas difusas son muy propias del verano, debido a que los baños en playas y piscinas unidos al calor propician una humedad que favorece su aparición. Por eso se llama la otitis del nadador
Nadador en piscina

Dolor y pinchazos en el oído, picor, supuración, sensación de taponamiento... llega el verano y con él, el aumento de los baños en el mar y las piscinas, que  hacen que se incrementen las otitis del nadador u otitis externas, una inflamación o irritación del conducto auditivo externo. Generalmente es debido a una infección bacteriana que se ve favorecida por la humedad excesiva en el oído.
 
En un oído sano, existe un equilibrio entre la flora bacteriana normal y unas determinadas condiciones de pH, humedad y lubricación (ceras). Cuando este equilibrio se ve alterado, se crean las condiciones para la proliferación de bacterias patógenas que causan la aparición de la infección.

En otitis externa, la prevención es clave

Para minimizar el riesgo de otitis externa se pueden tomar precauciones.

La Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), dirigida por el doctor Manuel Manrique, director del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, ha elaborado el siguiente listado de consejos para prevenir las otitis este verano:

  1. Secar la parte externa del oído y la entrada del conducto al salir del agua.
  2. Reducir el tiempo de inmersión, sobre todo en niños.
  3. Usar tapones o gorros de baño.
  4. Evitar los baños en aguas potencialmente contaminadas.
  5. No usar bastoncillos u otros objetos como horquillas, palillos u otros para limpiar o rascar el oído.
  6. Si fuera necesario, utilizar un secador de pelo a una distancia prudencial, a fin de no quemarse, para secar el oído.
  7. En caso de que el agua quede retenida en el conducto auditivo se pueden aplicar unas gotas de alcohol boricado a saturación preparado en farmacias.
  8. Antes de las vacaciones, someterse a una limpieza por parte de un profesional sanitario en caso de predisposición a formar tapones de cera o queratina.
  9. No aplicar espráis que pueden cambiar el PH de la piel del conducto y reducir sus mecanismos de defensa.
  10. Acudir a la consulta del otorrinolaringólogo en caso de sufrir molestias y síntomas.