La caída del cabello

El pelo de los seres humanos, además de tener la función fisiológica normal de la piel, posee una función estética muy valorada en nuestra sociedad. A lo largo de nuestra vida, el cabello cambia sus características en función de la edad, los cambios hormonales, la alimentación, las enfermedades y el tratamiento que le demos en cuanto a secado, coloraciones o decoloraciones frecuentes, etc.

Existen estudios sociológicos a nivel europeo que han demostrado los problemas sociales, familiares y de autoestima que la alopecia causa en las personas, por eso hay que cuidar el cabello y mantenerlo sano y limpio con los productos adecuados.

¿Qué es la alopecia?

Se define como la pérdida de pelo, localizada o generalizada en todo el cuero cabelludo. Se produce de forma temporal o definitiva y es de origen muy variado.

En función de la causa tendremos:

  • Alopecia androgénica (masculina o femenina) o calvicie común.

Depende del envejecimiento, las hormonas y la herencia. El proceso empieza después de la pubertad y en la mujer se acentúa a partir de la menopausia. Un aumento de hormonas masculinas en el folículo propicia su degradación, incluso muchos mueren.

Para el tratamiento existen dos fármacos autorizados (finasteride y minoxidil), que se utilizan bajo control médico, y una gama de productos cosméticos formulados con ingredientes destinados a:

Reforzar la irrigación del folículo piloso: soluciones a base de activos rubefacientes, como alcanfor, mentol y extractos y/o aceites vegetales.

Nutrir y estimular la actividad del folículo piloso: vitaminas del grupo B, tricopépticos, tricosacáridos, aminoácidos y diversos extractos vegetales.

A los cosméticos unimos los complementos alimenticios especialmente diseñados para fortalecer el pelo y prevenir su caída. Contienen ingredientes que actúan sobre la correcta formación de la queratina capilar y un óptimo funcionamiento del metabolismo de la totalidad de las estructuras celulares pilosas: extracto de levadura (rico en vitaminas del grupo B); extractos vegetales (mijo, palmito, etc.); aminoácidos azufrados y tricopéptidos; vitaminas: A, B, C, D y E y sales minerales: Ca, I, Zn, Fe, Mg, Mn.

  • Efluvio

Es la pérdida de cabello, por el paso prematuro y sincronizado de un gran número de folículos de la fase de crecimiento a la de caída. Las causas son variadas y el pronóstico es bueno, pues el cabello sale simplemente eliminando la causa. Como desencadenantes tenemos:

Medicamentos anticonceptivos, quimioterapia, tratamientos para el Parkison, etc., producen a veces la pérdida total de pelo, que se recupera cuando se termina el tratamiento.

Posparto: al dar a luz, en algunas mujeres muchos cabellos entran en fase de reposo.  A los dos–tres meses del parto, este pelo se pierde. El proceso puede durar hasta seis meses, pero con un tratamiento adecuado remite con facilidad.

Anemia ferropénica: es frecuente en mujeres que tienen reglas largas y abundantes. Se detecta con un análisis y se corrige fácilmente con aportes adicionales de hierro.

El estrés, distintas enfermedades o una dieta inadecuada pobre en vitaminas, minerales, etc. propician la caída.

  • Alopecia areata

Es de causa desconocida, aunque hay factores que nos hacen pensar en una cierta predisposición genética. Afecta a ambos sexos por igual y es más frecuente en niños y adultos jóvenes.

Se caracteriza por la aparición de una o más placas sin pelo en el cuero cabelludo, cejas, barba, incluso puede llegar a afectar a toda la superficie corporal. La evolución es impredecible. Las placas se suelen repoblar espontáneamente con un pelo muy fino, como vello, que va siendo sustituido poco a poco por pelo normal o pueden mantenerse y aumentar. No existen tratamientos definitivos y, como lo más probable es que remita espontáneamente, a veces es mejor esperar.