Aumentan los casos de bruxismo

La coyuntura económica y las elevadas tasas de desempleo provocan un aumento de determinadas patologías, principalmente motivadas por el estrés al que las personas están sometidas.

En este sentido, los especialistas de la Clínica Curull informan que han detectado que los casos de bruxismo han aumentado más del 30 por ciento en los últimos años, y diversos estudios determinan que siete de cada diez adultos lo padecen.

El bruxismo es una acción inconsciente de apretar o rechinar los dientes intensamente y se considera el reflejo del estrés y la tensión nerviosa en los dientes y en la boca. La presión que realizan los dientes puede alcanzar los 150 kilos en algunos casos, un nivel muy superior a la ejercida al masticar, que se sitúa entre los 10 y los 40 kilos.

Férula de descarga

"La única solución para el bruxismo es una férula de descarga personalizada para el paciente", afirma la doctora Conchita Curull, que explica que "este molde evita que los dientes choquen entre sí, reducen el desgaste dental y permite a los músculos de la mandíbula relajarse. De esta manera, la férula absorbe todos los movimientos no funcionales de la mandíbula provocados por el bruxismo o rechinamiento y así evita que golpeen la articulación".

La férula de descarga debe personalizarse en función del paciente para adaptarse a la forma de su boca y sus dientes. De esta manera, la férula permite la relajación de los músculos y que la articulación mandibular se coloque en su posición natural, además de absorber la presión generada por apretar los dientes mientras se duerme.

La dificultad de su diagnóstico

El principal inconveniente de esta patología es que se manifiesta como una cefalea. Este síntoma complica el diagnóstico y dificulta su posterior tratamiento. Asimismo, el bruxismo provoca dolores en la mandíbula y en los oídos, muy similares a los de una otitis. También sobrecarga la musculatura trapezoidal, lo que provoca contracturas en la zona cervical. Si no se soluciona a tiempo, el apretamiento de los dientes provoca destrucción y desgaste de las piezas dentales, caries, gingivitis y traumatismos de las encías.