Cómo aliviar la pesadez de piernas

Si su rutina diaria le obliga a pasar mucho tiempo de pie o sentada o si una situación puntual, como una larga caminata, exige a las piernas un esfuerzo extra es muy probable que se resientan y usted sufra de 'piernas cansadas', un malestar y una pesadez que se agravan con el calor y que durante el verano se manifiesta con más facilidad. Por suerte en la mayoría de ocasiones las molestias mejoran siguiendo unas sencillas recomendaciones.

Retorno venoso

Para comprender por qué una persona padece de este problema hay que entender antes cómo funciona nuestro sistema circulatorio pues una de las causas más frecuentes de las 'piernas cansadas' es una alteración en el retorno venoso.

Las arterias son las encargadas de transportar la sangre del corazón a la periferia y las venas del viaje a la inversa, es decir, de hacer que la sangre retorne al corazón. Como las piernas están lejos y hacia abajo del corazón, el flujo sanguíneo en las piernas es el más difícil de mantener. Para conseguir que la sangre no ceda a la fuerza de la gravedad, los músculos de las piernas 'presionan' las venas, como si las 'estrujaran', obligando a la sangre a subir hacia el corazón y las válvulas de las venas se abren para dejar pasar la sangre y se cierran para evitar que retroceda.

Cuando estos mecanismos fallan, la sangre regresa al corazón con mayor dificultad, se acumula en las piernas y la circulación se torna más lenta. El resultado es sensación de hinchazón, dolor y/o cansancio en las piernas y, en casos más avanzados, las molestas varices.

Factores de riesgo

Existen algunas situaciones 'individuales' que propician que una persona sea más proclive a padecer piernas cansadas. Es lo que se conoce como factores de riesgo. Algunos son inevitables: la constitución individual, la herencia y el sexo. No en vano, las mujeres tienen más facilidades de acabar padeciendo un problema circulatorio; los cambios hormonales que se suceden en la mujer (menstruación, embarazos y menopausia) juegan en su contra.

Pero hay otros frente a los que, normalmente, sí se puede actuar: la obesidad y el estreñimiento. El exceso de grasa en las piernas dificulta el regreso de la sangre al corazón y el estreñimiento provoca un aumento de la presión abdominal sobre la circulación venosa, por lo que vele por su salud y mantenga estos problemas controlados.

El resto son factores de riesgo externo que mantendrá bajo control si sigue las recomendaciones que se recogen en el cuadro adjunto.

En su farmacia

Pregunte a su farmacéutico por productos específicos que estimulan la circulación periférica, refrescan y descongestionan; productos que siempre han de ir de la mano de hábitos higiénico-dietéticos adecuados (ver cuadro adjunto). Y hable con él sobre la idoneidad o no, en su caso, de usar medias de comprensión.

En su farmacia puede encontrar además de los geles y cremas tradicionales que le ayudarán a aliviar la pesadez que siente en las piernas, una novedad mucho más práctica y con un efecto más duradero: parches elaborados con extractos vegetales, que reafirman, tonifican y refrescan las piernas y que se liberan de forma constante y gradual durante ocho horas.

Totalmente naturales, son fáciles de usar y cómodos de llevar, de hecho, basta con aplicar un parche en el muslo de una de las piernas para disfrutar de un alivio inmediato en ambas. Y como son traslucidos, ni se notan ni se ven, y resistentes al agua y al sudor, puede disfrutar de sus ventajas sin problemas.

Plantas medicinales

Si sufre de piernas cansadas, los productos naturales le pueden ayudar, siempre y cuando apueste por hábitos higiénico-dietéticos adecuados.

En su farmacia, ya sea en forma de infusiones, cápsulas, grageas, gotas, cremas, geles o parches, tiene a su disposición plantas medicinales que favorecen la circulación de las venas y evitan que los capilares se dilaten, aumentando su resistencia y mejorando su permeabilidad. Se trata de plantas venotónicas con acción antiinflamatoria, como el Rusco y el Castaño de Indias, que alivian la pesadez y la hinchazón, o la Centella Asiática, que regenera y cicatriza.

Antes de recurrir a las plantas medicinales consulte con su médico o farmacéutico cuál de ellas se adapta mejor a sus características personales y así evitar posibles contraindicaciones e interacciones con algunos medicamentos.

Fuente: Laboratorio Pharmagenus, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y El Periódico de la Farmacia.