La acidez de estómago

Con frecuencia basta con introducir unos cambios en la dieta y en el estilo de vida para que este trastorno mejore

Las calles ya lucen los colores y las melodías de la Navidad y puede que se sienta desbordado por las tareas típicas de estas fechas. El tiempo es oro y más cuando tiene que hacer huecos en la ya de por si apretada agenda para comprar regalos, adornar la casa, preparar las comidas familiares y acudir a las típicas cenas navideñas.

Las prisas y las comidas copiosas acaban convirtiéndose en protagonistas de excepción de las fiestas navideñas y de su mano no es de extrañar que las sobremesas acojan a un invitado más: la acidez gástrica.

¿Qué es?

Definir la acidez gástrica y reconocer su presencia es sencillo, no en vano, la mayoría de nosotros hemos pasado por ello alguna vez: una sensación de quemazón justo por debajo o por detrás del esternón que puede ir acompañada de un sabor ácido o agrio en la boca que se agrava al inclinarse hacia adelante, al estirarse o al acostarse y empeora después de las comidas.

Con frecuencia basta con introducir unos cambios en la dieta y en el estilo de vida para que la acidez mejore, pero a veces no es suficiente y hay que recurrir a medicamentos con o sin receta. Consulte a su médico y/o farmacéutico, según el caso, ellos sabrán indicarle lo que mejor le conviene y marcarle las pautas a seguir.

Antes de tomar antiácidos...

Los antiácidos son los fármacos más utilizados en el tratamiento de la acidez gástrica y los puede adquirir sin receta en su farmacia habitual. Su misión es neutralizar el ácido en el estómago y reducir la sensación de ardor que trae consigo el reflujo gastroesofágico, un alivio rápido que dura aproximadamente una hora.

Los pueden tomar los mayores de doce años durante catorce días seguidos y media hora después de las comidas o cuando surjan las molestias, no como medida preventiva ante una comida que se prevé copiosa o un alimento que traiga consigo acidez. Si está tomando otros medicamentos, recuerde espaciar la toma del antiácido 2-3 horas para evitar interacciones entre los fármacos.

Consulte con el médico...

Si tras agotar el tiempo de toma de antiácidos y modificar su estilo de vida para plantar cara a la acidez, las molestias persisten e incluso los síntomas aumentan en frecuencia e intensidad ha llegado el momento de acudir sl médico para descartar o confirmar la existencia de situaciones más graves, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), gastritis o úlcera gástrica.

Dificultad o dolor al tragar, sangre en vómitos o heces, ronquera matutina, tos nocturna, anemia o pérdida de peso o de apetito sin causa aparente son otros signos que han de conducirle a la consulta del médico.