Se acerca el tiempo de gripe y resfriados

Este año has decidido pasar un invierno en plena forma y, sin embargo, cuando llega el frío comienzas a no sentirte bien, tienes fiebre, escalofríos, dolor muscular y estás abatido... Una vez más te has puesto enfermo: días sin poder trabajar, sin hacer tu vida normal..., y como caigan enfermos los niños, toca quedarse en casa con ellos. Pero, ¿qué te ocurre?

¿Gripe o resfriado?

La gripe es una enfermedad infecciosa provocada por el virus Influenza que afecta sobre todo a las vías respiratorias superiores (se caracteriza principalmente por empezar de golpe con fiebre alta (39º-40º), dolores musculares y malestar general). Se les llama "síndromes gripales" cuando los mismos síntomas aparecen a causa de otros virus. Además comparten muchos otros de sus síntomas con las infecciones respiratorias de vías altas: resfriados, catarros, etc., (causados por otros virus) como congestión nasal, tos, irritación de garganta...

Sin duda, uno de los principales aliados con los que cuenta el virus de la gripe son las bajas temperaturas, de ahí que los meses de frio, entre noviembre y marzo, sean el escenario ideal para su expansión. A diferencia de otras enfermedades invernales y debido a esta fiebre intensa, la gripe te obliga a parar tu ritmo cotidiano, incluso a ausentarte del trabajo durante unos días, y en el caso de los niños a no asistir al colegio. De hecho, en España, las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores son las enfermedades más frecuentes -más de la tercera parte de las consultas médicas, sobre todo pediátricas-, y que producen mayor absentismo laboral, hasta un 12%, y hasta el 35% del absentismo escolar.

Saber la diferencia entre gripe y resfriado es de suma importancia; no en vano, las complicaciones de la gripe pueden llegar a ser graves. Niños, personas mayores y aquellas que padecen ciertas enfermedades, como diabetes y asma, conocen la cara más oscura de esta enfermedad.

Prevención

Por todo ello, es importante que tengamos en cuenta algunas medidas higiénico-dietéticas para prevenir la gripe y los resfriados tan elementales como:

  • Descansar adecuadamente.
  • Beber abundantes líquidos y mantener una alimentación saludable, rica en vitamina C.
  • Practicar deporte.
  • Favorecer un ambiente sano: ventilar diariamente, humidificar y utilizar la calefacción con moderación.
  • No compartir objetos personales de higiene o aseo (vasos, toallas...).
  • Disminuir la posibilidad de contagio evitando el contacto, siempre que sea posible, con la persona infectada de gripe.

Lavarse las manos

Cuando se trata de la gripe, lavarse las manos es, sin duda, la principal medida de higiene. De hecho, si nos lavamos las manos a menudo podemos reducir hasta un 16% el riesgo de contraer la enfermedad.

Las gotitas que se expulsan al estornudar, toser o hablar pueden alojarse en las manos y en ellas el virus es capaz de sobrevivir unos minutos. Por tanto, es importante que nos lavemos las manos a conciencia, frotando no sólo el dorso y las palmas, sino también entre los dedos. Además, conviene que dejemos que se sequen solas o  utilicemos una toallita de un solo uso.

Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar, desechándolo a continuación, y evitar los locales cerrados o con aglomeraciones, ya que en ellos el virus Influenza se transmite fácilmente, son otras medidas que ayudan a frenar el avance de la gripe.

Además, en el caso de las personas mayores de 60 años y otras personas de riesgo, también tenemos que tener en cuenta la vacuna de la gripe correspondiente a la campaña del año en curso y establecida por las autoridades sanitarias.

¿Cómo se contagia la gripe?

La gripe es una enfermedad que se transmite de persona a persona con mucha facilidad. Las cifras hablan por sí solas: se estima que cada persona que la padece contagia el virus a una o dos personas.

Cuando una persona infectada tose, estornuda o habla puede transmitir la enfermedad sin apenas darse cuenta gracias a las pequeñas gotitas de saliva o secreciones nasales que salen de su boca y de su nariz. Quienes están a su alrededor pueden inspirarlas y acabar contagiados.

Taparnos la boca con la mano cuando estornudamos no sirve de nada si luego le damos la mano a otra persona: el contacto mano a mano ayuda al virus de la gripe a expandirse con facilidad.

Aunque es mucho menos habitual, también puede ocurrir que el virus se asiente en pomos de puertas, encimeras, teléfonos, etc. y que quien toque estas superficies con las manos y se las lleve más tarde a la boca o a la nariz se contagie.

Una curiosidad.... el virus de la gripe puede mantener su capacidad infecciosa durante 24-48 horas en superficies no porosas, como acero inoxidable o plástico, y hasta 12 horas en ropa, papel o pañuelos desechables.

¿Cómo tratamos la gripe y el resfriado?

La gripe y los resfriados se tratan generalmente con analgésicos y antipiréticos para aliviar los síntomas: disminuir la fiebre, el dolor de garganta o muscular, etc. También existen antigripales que añaden descongestivos y antihistamínicos para reducir la congestión nasal. Todos estos medicamentos nos ayudan y alivian los síntomas, pero la gripe ya la tenemos.

La gran ventaja que ofrecen los medicamentos homeopáticos es poder actuar antes de que aparezcan los síntomas, lo que significa reducir el riesgo de ponernos enfermos. Además, al ser medicamentos homeopáticos alivian estos síntomas sin producir somnolencia como algunos antigripales y son compatibles con otros tratamientos que estemos tomando.

Con este tratamiento podemos actuar a tres niveles:

1. Cuando sentimos que estamos incubando algo, es decir, cuando tenemos esa sensación de escalofríos, malestar, dolor muscular, etc. En ese momento, en esos primeros síntomas es precisamente cuando podemos reducir el riesgo de terminar cayendo enfermos y aumentar la posibilidad de recuperarnos antes.

2. Cuando a nuestro alrededor hay personas con gripe o resfriado y no queremos contagiarnos. Sobre todo cuando tenemos niños pequeños en casa que van al cole o la guardería. Ayudaremos a reducir el riesgo de contagio en la familia.

3. Cuando queremos pasar un invierno más protegidos. Cuando tienes tendencia a ponerte enfermo varias veces todos los inviernos (gripe, resfriado, catarro) y quieres aumentar tu resistencia ante estas patologías invernales.

Otro de los beneficios de estos medicamentos es su práctica presentación, ya que te permite llevarlos siempre contigo y empezar el tratamiento en cuanto notemos que lo estamos incubando. Además, son adecuados para toda la familia, también embarazadas o pacientes polimedicados, ya que no se han descrito contraindicaciones ni interacciones medicamentosas, lo que también permite compaginarlos con otros tratamientos.

Para más información consulta a tu médico o farmacéutico

Fuentes: Laboratorios Boiron y Grupo de Estudio de la Gripe.