El 90% de los casos de cáncer de colon podría curarse con programas de detección precoz

El cáncer de colon es el tumor maligno más frecuente en Europa. En nuestro país se diagnostican unos 25.000 nuevos casos cada año. En el 90% de los casos, si se coge a tiempo, es posible superar la enfermedad, aunque la información y la prevención siguen siendo asignaturas pendientes.

Por desgracia, esta lacra es responsable de unas 14.000 muertes anualmente, un dato que le convierte en la segunda causa de muerte por cáncer en España, detrás del de mama y pulmón.

Es importante remarcar además que, según estudios realizados en la Universidad de Sevilla, España es el único país industrializado que ha registrado un aumento considerable tanto en incidencia como en mortalidad.

Campaña de concienciación

Teniendo en cuenta que el 70% de los cánceres colorrectales nace de una lesión benigna que,  diagnostica a tiempo, hubiera evitado su evolución negativa, se hace imprescindible tomar las medidas preventivas adecuadas. Esta acción junto con la regulación de hábitos alimentarios y de estilo de vida, como el sedentarismo y el estrés, reduciría hasta un 80% los casos anuales de cáncer de colon.

Por esta razón, el Centro Proctológico Europeo ha decidido llevar una campaña de concienciación que informe de las causas y consecuencias, al mismo tiempo que recuerda la importancia de un diagnóstico precoz que evita mayores complicaciones.

Su objetivo es concienciar a la población y animarla a perder la vergüenza de visitar al médico durante los primeros síntomas de molestia o sangrado anal. Asimismo, se recomiendan pruebas periódicas de reconocimiento: una colonoscopia cada dos o cinco años a partir de los 55 años y, en pacientes con riesgo alto, una al año.

Otro de los estudios más eficaces para detectar esta dolencia son las pruebas de sangre oculta en heces, con la que se podría llegar a reducir un 40% de los casos de esta enfermedad que ha convertido a España, en los últimos años, en uno de los países con mayor incidencia de cáncer de colon.

¿Qué es el cáncer de colon?

En el colon, junto con el recto (porción final del intestino grueso), se almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano. Al encargarse de esta labor, acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la aparición de un cáncer.

Las células malignas se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso, pudiendo llegar a invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor. Si penetran en el torrente sanguíneo o linfático, pueden extenderse a cualquier parte del organismo y producir daños en otros órganos.

Una dieta equilibrada que minimice los tiempos de acumulación de las heces es de suma importancia para tratar de prevenir la enfermedad.

Causas

Aproximadamente, el 75% de los cánceres colorrectales son esporádicos. De estos, el 90% se desarrolla en mayores de 50 años, por lo tanto, la edad es la primera causa a considerar. El otro 25% se desarrolla en personas con riesgo incrementado debido a ciertas enfermedades anteriores o antecedentes familiares.

De hecho, en torno al 10 por ciento de los cánceres de colon pueden atribuirse a antecedentes familiares, si no se diagnostica de manera temprana. Igualmente, personas que ya padecen enfermedades inflamatorias intestinales, como pueden ser colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, son más propicias a desarrollar este tipo de cáncer.

Estilo de vida

La aparición del cáncer de colon guarda relación directa con la mala alimentación: dietas ricas en grasas animales (carnes rojas) y pobres en fibras. Seguir la dieta mediterránea, rica en pescado, frutas, verduras y cereales, previene en gran medida esta dolencia. Los carotenoides que se encuentran en estos alimentos, entre otras virtudes, luchan contra la formación de estos tumores y refuerzan el sistema inmune.

Además de una dieta rica en grasas animales (carnes rojas), el tabaco, el alcohol, el sobrepeso y el sedentarismo son condicionantes que favorecen, sin ninguna duda, la aparición de pólipos, tumores benignos que con el paso de los años pueden terminar derivando en cáncer de colon.

Modificar estos factores, como prevención primaria, supondría reducir la incidencia de la enfermedad en un 50%, de acuerdo con las investigaciones disponibles en la actualidad.

Síntomas

Los síntomas del cáncer de colon pueden variar en función de su localización dentro del intestino grueso. Uno de los más frecuentes es la aparición de sangre en las heces que puede ser de tono rojizo o negro. Si después de un tiempo sangrando no se acude al médico suele aparecer una anemia que deriva en falta de aire, mareos o cansancio.

Asimismo, el cambio en los ritmos intestinales que provoca diarrea o estreñimiento es síntoma frecuente de la aparición de este tipo de cáncer. También puede ocurrir que, por culpa de un tumor que estrecha el intestino y no permite el paso de las heces, éstas pueden presentar un estrechamiento considerable.

La sensación de evacuación incompleta es otra de las molestias que puede surgir y suele desarrollarse debido a tumores localizados en el recto o el tramo final del colon.

Otro síntoma es el dolor abdominal, producido cuando el tumor cierra parcialmente el tubo intestinal. Si el cierre es completo se acompaña de estreñimiento y vómitos.

Por último se encuentra el cansancio extremo o pérdida de peso sin causa aparente.

Grupos de riesgo

El riesgo de que aparezca el cáncer de colon está muy vinculado a la edad. Es poco usual que afecte a aquellos que no superan los 40 años ya que se ha comprobado una mayor incidencia de la enfermedad en aquellas personas mayores de 50. En concreto, el pico de incidencia de los pólipos colorrectales se ubica entre los 55 y los 65 años de edad, mientras que para el cáncer colorrectal entre los 65 y 75 años.

Por todo ello, se recomienda que, cumplidos los 50, se realicen pruebas periódicas para detectar un posible cáncer, aunque las personas no presenten síntomas o se encuentren aparentemente sanas.

La probabilidad de desarrollar un cáncer colorrectal es similar en ambos sexos (1/18), pero existen grupos de población especialmente sensibles que tienen más probabilidades de padecer la enfermedad. Fumadores, alcohólicos y personas con sobrepeso y obesidad dan forma a esta lista.

Desconocimiento

Hoy en día, el cáncer de colon y recto sigue siendo un grave problema de salud, a pesar de los extraordinarios avances conseguidos en los tratamientos médicos y quirúrgicos y de una mayor concienciación sobre la importancia de un diagnóstico precoz.

La Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon advierte que en nuestro país existe un gran desconocimiento sobre el diagnóstico precoz de este tipo de tumor.  Por otra parte, según el estudio realizado por el observatorio del cáncer AECC en el año 2011 "Percepciones y barreras ante las pruebas del cribado del cáncer colorrectal", pese a que se trata del tumor con más incidencia, la mayoría de la población considera poco o nada probable ser diagnosticada del mismo. La razón de esta situación radica en que no existe una percepción clara de cuáles son los factores de riesgo ni el tipo de hábitos que pueden prevenir la enfermedad.

Diagnóstico precoz

El cáncer de colon es uno de los pocos cánceres que pueden diagnosticarse precozmente, es decir, antes de que la persona note algún síntoma. Sin embargo, se trata de una enfermedad muy silenciosa, por lo que es fundamental estar informado y tomar habitualmente medidas de screening, estrategia aplicada sobre una población para detectar una enfermedad en individuos sin signos o síntomas de esa enfermedad, es decir, la Prevención Secundaria.

La evidencia científica internacional demuestra que la prevención primaria y secundaria (a través de programas de pesquisa) son las armas más efectivas para reducir significativamente la incidencia y la morbimortalidad de esta enfermedad elevando los índices de curación hasta el 90%.

Un diagnóstico correcto debe basarse en la historia clínica del paciente y en una exploración que incluya examen visual, tacto rectal, anoscopia y rectoscopia. Sin embargo, muchas veces se diagnostica superficialmente, confundiendo ciertos síntomas con hemorroides.

Acudir inmediatamente a un médico especialista en patologías proctológicas (relativas al recto y sus enfermedades) es la vía más rápida y eficaz: se evitan confusiones o posibles complicaciones de una enfermedad inicialmente leve y se garantiza un diagnóstico prudente, pues existen enfermedades (la enfermedad de Crohn, quistes sebáceos y lipomas) que presentan síntomas similares.

Fuente: Centro Proctológico Europeo