Consecuencias de la deshidratación en el deporte

El estudio "Utilidad en el deporte de las bebidas de reposición con carbohidratos", en el que ha participado el doctor Manonelles -presidente de la Federación Española de Medicina en el Deporte- , afirma que no se puede realizar un deporte intenso y prolongado sin una adecuada disponibilidad de hidratos de carbono. En este sentido, la ingestión de bebidas con electrolitos y glucosa -las denominadas bebidas para deportistas- puede mejorar el rendimiento físico, incluso cuando la cantidad de ésta última sea pequeña.

Lo que un deportista come y bebe puede afectar a su salud, peso y composición corporal, disponibilidad de sustratos, tiempo de recuperación post-esfuerzo y, en definitiva, a su rendimiento. En determinadas actividades deportivas el estado de hidratación y la provisión de sustratos energéticos son factores determinantes en el rendimiento e incluso de la aparición de serios problemas de salud.

En su opinión, una bebida para deportistas ideal es la que sacia la sed, proporciona la energía y electrolitos suficientes, se absorbe rápidamente y tiene una buena palatabilidad. Los objetivos de las bebidas para deportistas son varios: en primer lugar, proporcionar hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de glucosa en sangre y retrasen el agotamiento de los depósitos de glucógeno; en segundo lugar, reponer los electrolitos, y especialmente el sodio; y, finalmente, la reposición hídrica para evitar la deshidratación.

Cuando la pérdida hidroelectrolítica es importante, se compromete el rendimiento y pueden aparecer problemas médicos como el golpe de calor. De ahí la necesidad y la utilidad de una hidratación y aporte de sustratos adecuados en el deporte.

No se puede realizar un trabajo intenso y prolongado sin una adecuada disponibilidad de hidratos de carbono. La ingestión de bebidas con glucosa y electrolitos puede mejorar el rendimiento físico incluso cuando la cantidad de glucosa sea pequeña, si bien el rendimiento puede mejorar, aunque en un menor grado, por la ingesta de agua.

Recomendaciones

Según el doctor Manonelles, la hidratación para el ejercicio debe ser adecuada, antes, durante y después del ejercicio. "Por lo tanto, en las tres situaciones tiene cabida la utilización de bebidas para deportistas, aunque en el ejercicio y después de él, especialmente si se va a volver a competir, es primordial".

Para un adulto medio, se recomienda una ingesta de entre 400 y 500 cc en las cuatro horas previas al ejercicio de larga duración. Durante el ejercicio, entre 150 y 200 cc cada 20 minutos. Y después del ejercicio se es menos estricto, pues bastará con saciar la sed.

El deportista debe responsabilizarse de efectuar una hidratación adecuada. El rendimiento óptimo sólo es posible cuando la deshidratación es minimizada ingiriendo gran cantidad de líquido durante el ejercicio.